Tras el tiroteo del sábado en Tucson, Arizona, en el que murieron seis personas y otras 14 resultaron gravemente heridas, el diario The Washington Post pidió hoy el restablecimiento de la prohibición federal a las armas de asalto y municiones de gran capacidad.
'La violencia del sábado ilustra la necesidad de un control más estricto de las armas semiautomáticas y municiones', indicó en su editorial el diario.
Añadió que no hay justificación para que cargadores de armas con capacidad de 30 balas como las que utilizó Jared Loughner, de 22 años, en el atentado del fin de semana, sean utilizados fuera de los corporaciones policiales y militares.
'Un cargador con menor capacidad pudo no haber detenido a un hombre armado pero pudo al menos haber reducido la matanza', subrayó el rotativo en su postura institucional.
Recordó que el presidente estadunidense Barack Obama prometió presionar para restituir la prohibición al uso de armas de asalto, pero se echó para atrás al enfrentar oposición política.
Añadió que es difícil imaginar que el tiroteo en Tucson conducirá a 'una nueva era de apertura política hacia medidas razonables de control de armas'.
El Post también subrayó la importancia de ofrecer servicios de salud mental y encontrar mecanismos para seguir el rastro de individuos que pudieran representar un peligro para la comunidad pero que sean consistentes con la protección a las libertades civiles.
El rotativo recordó que tanto Loughner como Seung Hui Cho, quien asesinó a 32 personas en el Tecnológico de Virginia en 2007, habían mostrado comportamiento inestable en las instituciones superiores antes de ser expulsados.