Estados Unidos y la Unión Europea (UE) hicieron hoy un llamado al gobierno de Siria para que ponga fin a la violenta represión a civiles que ha dejado más de tres mil 500 víctimas fatales.
En una declaración conjunta emitida al término de la reunión cumbre celebrada aquí, las partes llamaron también al régimen del presidente Bashar al Assad a permitir el ingreso de observadores internacionales de derechos humanos.
La declaración pide igualmente que se permita el ingreso de periodistas internacionales 'y se permita una pacífica transición a la democracia'.
El llamado se produce un día después de que la Liga Arabe, en un acto sin precedente, acordó imponer sanciones económicas contra el régimen de Damasco por la violencia contra la población civil.
Estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han colocado hasta en tres mil 500 el número de personas que han muerto a manos de fuerzas de seguridad sirias durante la violenta campaña de represión desatada desde marzo pasado.
El envío de observadores internacionales fue solicitado en primera instancia por el presidente de la Comisión Investigadora de la ONU sobre Siria, el brasileño Paulo Sérgio Pinheiro.
Un informe de la Comisión hecho público este lunes en Ginebra señala que las fuerzas de seguridad de Siria han cometido crímenes contra la humanidad en la represión de las manifestaciones pacíficas en ese país.
Entre los crímenes señala violaciones sistemáticas a los derechos humanos, además de asesinatos en el contexto de manifestaciones pacíficas, desapariciones, tortura, castigo físico y violencia sexual.
Pinheiro dijo no poder concebir que tales delitos hubieran tenido lugar sin la aprobación de las máximas instancias del gobierno sirio, haciendo mención especial de las torturas aplicadas a adolescentes.