Marchan por la paz. Unos padres que todavía no se dan por vencidos por encontrar a su pequeña aún desaparecida.
Familiares de víctimas de la violencia y estudiantes de la UNAM pidieron ayer al Gobierno Federal modificar la estrategia anticrimen implementada desde diciembre de 2006, para evitar más daños colaterales y derramamiento de sangre inocente.
En un mitin realizado en Ciudad Universitaria en el marco de la marcha por la paz, Otilio Cantú, cuyo hijo fue asesinado el 18 de abril en Monterrey, Nuevo León, sostuvo que la administración que encabeza el presidente Felipe Calderón falló en el diseño de la estrategia al no medir adecuadamente las capacidades del enemigo.
"Esta guerra o lucha contra el narcotráfico, como quieran llamarle, era necesaria, pero siento que le faltó más estudio, más metodología, logística, valoración de las fuerzas con que contaban (los criminales) para comenzar algo de tal envergadura.
"Se requieren modificaciones y replanteamientos a la estrategia, algo está fallando, no sé dónde, pero seguro algo está fallando, hay muchos daños colaterales y mucha sangre derramada de mexicanos inocentes. México se lanzó a la guerra contra el narcotráfico prematuramente", expuso ante cientos de personas reunidas en las llamadas islas de CU.
Cantú también lamentó la "poca sensibilidad" de los políticos para atender las demandas ciudadanas y realizar los cambios necesarios al actual modelo de seguridad.
Asimismo, los padres de Adriana Morlett, estudiante de la Facultad de Arquitectura de la UNAM desaparecida desde hace 8 meses, advirtieron que los mexicanos no deben pagar los costos de una guerra que simplemente no pidieron.
"Desde que nuestra hija desapareció sufrimos una puñalada en el corazón; no nos hemos repuesto, todos los días esa puñalada se remueve en el corazón cuando despertamos y no la vemos a nuestro lado. Por eso hay que 'bajar' a los (funcionarios) que no sirvan.
"Necesitamos levantar conciencia, que este grito, que esta unión de hoy llegue a todos los rincones para que este país cambie. No pueden seguir las cosas como están, estamos sufriendo las consecuencia de una guerra que no pedimos, de una guerra de la cual no estábamos preparados", urgió.
A nombre de los estudiantes de la UNAM, Jimena Ponce, alumna de la Facultad de Ciencias, advirtió que la estrategia es incorrecta porque el Gobierno está atacando la violencia con más muertes. Además, pidió el retiro de las Fuerzas Armadas en aquellas ciudades donde realizan tareas de seguridad pública.
"Nuestro país se ha vestido de rojo, la sangre de nuestro pueblo corre por la tierra, nuestros corazones se han llenado de vergüenza por los muertos, nuestros muertos; mientras la indignación nos mantiene en pie hoy vivimos una crisis como nunca la habíamos vivido y es por eso que, ahora más que nunca, debemos levantar la voz", dijo.
El poeta Javier Sicilia, cuyo hijo fue asesinado en marzo en Morelos, junto a seis personas más, también participó en el evento aunque sólo subió al templete a agradecer la hospitalidad de los universitarios y la participación de diversas organizaciones en la marcha.
Zapatistas arremeten contra Calderón
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) arremetió ayer en la tarde contra la estrategia del Presidente Felipe Calderón de combatir al crimen organizado.
El comandante David leyó un comunicado firmado por el subcomandante Marcos, en el que el grupo rebelde externa su solidaridad a las víctimas inocentes que han derivado de la lucha anticrimen , a lo que los militantes respondieron en coro siete veces "No están solos".
"Esta vez estamos aquí para decirles a las familias y amistades de esas gentes buenas que han perdido a sus seres queridos por culpa de un mal gobierno y de una guerra estúpida", remarcó el dirigente indígena ante más de 5 mil militantes y simpatizantes de ese grupo. En la movilización estuvo la organización civil "Las Abejas" portando las 45 cruces de las víctimas de la masacre de Acteal el 22 de diciembre de 1997 por paramilitares.
La marcha se realizó en silencio, con pancartas con mensajes: "No más sangre", "Alto a la guerra" y "Paz".
En su discurso, hizo notar que el EZLN le apuesta a lo mismo a lo que reclama el poeta Javier Sicilia y muchas familias del país de exigir que haya libertad, justicia y paz en México. "Estamos apoyando a quienes luchan en contra de la muerte y que piden justicia y paz", subrayó.
En la protesta estuvieron presentes 16 comandantes indígenas y fue notable la ausencia del subcomandante Marcos.
Además de los militantes indígenas, había cientos de simpatizantes nacionales y extranjeros, y se observó que algunos negocios cerraron por temor a un eventual hecho violento que no sucedió.
Provenientes de más de 40 municipios, los insurgentes reaparecieron públicamente tras cinco años de silencio, ya que la última vez que lo hicieron fue en marzo de 2006 cuando el subcomandante Marcos encabezó la llamada "Otra campaña". En los alrededores de la ciudad en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se montó un dispositivo de seguridad con alrededor de mil policías y elementos del Ejército.
