Gómez Palacio y Lerdo Violencia Gómez Palacio Buen Fin Gómez Palacio

PIÉNSALE, PIÉNSALE

ARTURO MACÍAS PEDROZA

Se ha suspendido el festival cultural de Ciudad Lerdo por falta de recursos económicos. Ante la disyuntiva de hacer obras o hacer el festival, el alcalde ha preferido lo primero. Hace algunos días un funcionario de Torreón expresó la misma idea en una entrevista televisada. Preferir las obras materiales a las promociones culturales. Las noticias del radio, en el apartado de cultura y espectáculos se limitan a mencionar dos notas sobre problemas de vida íntima de actrices de segunda. Hace pocos días en la presentación de...

...un ballet ruso en Gómez Palacio había más actores en escena que espectadores en el teatro; apenas poco más de treinta. ¿La cultura es secundaria? ¿Hay otras cosas más importantes? ¿Primero obras que cultura? No cuestiono la necesidad de obras materiales pero ¿por qué en Guanajuato si se pueden invertir 290 millones de pesos en el XXXIX Festival Internacional Cervantino? No es la única ciudad que invierte en cultura; También Chihuahua invierte 90 millones en este rubro. Tamaulipas 120 millones. ¿Y en Durango? Oh sorpresa: 15 millones (8 de la federación y 7 del Gobierno del Estado). ¿Qué pasa? ¿Por qué a unas ciudades sí les parece importante y a otras no? Para promover la difusión de la cultura se requieren conocimientos del área de difusión en forma profesional. Qué lejos estamos de lo que hacen, por ejemplo, en Bélgica que en base a un concurso convocando a personas con perfil especializado y con una propuesta o proyecto a cuatro años teniendo como jueces a personas especializadas del ámbito civil. Eligen a uno entre los cinco mejores y los otros cuatro se convierten en colaboradores enriqueciendo la propuesta inicial. ¿Cómo están elegidos aquí? Creo que no de la misma manera.

¿Pero por qué puede ser importante este aspecto de la cultura? Porque es aquello que hace al hombre ser más humano. Aquello que resume todo lo que la hace persona. Todo lo que contribuye a su formación como tal en un determinado tiempo y lugar. Es el desarrollo de los valores propios del ser humano. No sólo las obras de arte que son testimonios que sobresalen en la cultura, sino todo lo que nos forma como humanos. Hay cultura en las leyes, instituciones y sistemas, y también en la cocina, la música y la vida cotidiana que nos va modelando. Es lo que nos distingue de los animales, lo que nos forma como seres racionales, libres, autónomos y creativos.

Siendo tan importantes en el "hacerse humano" y en el hacer de los humanos, se justifica dedicar un poco de tiempo para reflexionar más ampliamente sobre los valores y, en especial, sobre los llamados "valores humanos" que se manifiestan en la cultura. Su promoción y vivencia no debe ser una inquietud privativa de algunas personas o grupos con tendencia moralista o snovistas, es algo que incumbe a todos por igual, pues los valores que sean asumidos colectivamente pueden determinar que se viva en una sociedad armónica y solidaria, o en una sociedad conflictiva, intolerante, intransigente y agresiva, sobre todo en países que, como el nuestro, los estándares de educación y madurez de los ciudadanos son bajos, lo que facilita la manipulación de las conciencias y el fácil abandono de los principios. Es por eso importante que todos tratemos de participar de la cultura. En estos días y a propósito del Festival Cervantino, vi en la Facultad de Medicina de la UJED en Gómez la publicidad no formal que hacen los muchachos con la invitación para asistir al festival de Guanajuato. En ella se leía con humor: "El objetivo es divertirnos, la cultura es el daño colateral". No dudo que el "daño colateral" será de mucho provecho para los que asistan.

Los "valores" que se adoptan para vivir, además de dar significado o sentido definido a lo que se hace, forman la mística personal y expresan la manera particular de ser. Desde esta óptica, no tomar en cuenta los valores como marco de orientación para vivir es atentar contra la posibilidad de alcanzar la plenitud de lo "humano" y, por ende, atentar contra la propia dignidad. No dudo que las obras materiales sean necesarias, pero si ellas no nos llevan a crecer como humanos, es decir, en valores propios de la persona, de nada servirán. Si se hace un puente para poder asistir a la experiencia cultural de los que están del otro lado. ¡Bendito puente! Es por eso que el progreso humano no puede medirse solamente con criterios económicos. La humanidad es mucho más que tener. Es ser.

A lo largo de los siglos la humanidad ha puesto a prueba, en las más variadas culturas y situaciones, los distintos "valores". ¿Cuál ha sido el criterio que ha utilizado para identificar ciertamente cuáles son los específicamente "humanos"? La respuesta es simple y lógica: son los que contribuyen a construir un mejor ser humano, no tanto desde la visión filosófica, moral o religiosa, sino social, es decir, alguien que está ligado, por sus acciones, a la justicia, a la bondad, a la generosidad, al amor a la verdad, a la belleza, a la conciencia de interdependencia. A partir de este criterio, una definición de "valor humano" se expresaría de esta manera: "Valor humano" es todo bien o virtud que conduzca al ser humano a serlo más plenamente".

Los músicos de la Camerata de Coahuila realizaron un concierto el mismo día que la esposa de uno de ellos había sido víctima mortal de la violencia que domina nuestro país y nuestra región en particular. El concierto se convirtió en la mejor manera de combatir la violencia. Quien es capaz de gozarse con la música clásica, que refleja con tal maestría la grandeza del ser humano, difícilmente puede guardar sentimientos de violencia contra su hermano.

Termino con una pequeña historia. Una mujer miserable vendía flores para vivir. De su venta diaria dependía su sustento. Un día de Navidad una persona, movida por la compasión y los sentimientos que despiertan esos días, le regaló una de las mismas flores que ella vendía.

Profundamente conmovida por esto, se fue muy contenta a su casa. Aquel día ya no siguió vendiendo. Estaba emocionada por haber recibido una muestra de humanidad que en muchos años nunca había tenido, ¿de qué vivió ese día? De la flor. Es cierto que necesitamos muchas cosas, pero la flor de la cultura es necesaria para vivir como verdaderos humanos.

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