Pixán, música con “alma”
Lerdo, la llamada ciudad jardín, es un lugar sin mucho bullicio, más forestada que sus hermanas ciudades y nicho de un festival de artes. Una vez al año la calma se quiebra y las calles se llenan de música. Es en este entorno donde inició el proyecto que une a la música popular y folklórica con géneros como el jazz y el blues. Este proyecto es actualmente un grupo consolidado y un sueño en realización para sus integrantes, su nombre es: Pixán.
La banda cuenta con un álbum de estudio, y se ha presentado en foros de varios lugares de la República. Su popularidad crece poco a poco y cuando se presentan ante un nuevo público, éste queda sorprendido con su estilo.
“Todo sucede por algo”
El nacimiento de Pixán surge de un percance: en 2009 se canceló el Festival de las Artes de Lerdo, donde parte de los miembros actuales de la banda darían un concierto. En ese tiempo se llamaban “Da Capo” e interpretaban música clásica; cuentan que ensayaron muy duro durante tres meses antes de su presentación y que no presentar el fruto de su esfuerzo fue decepcionante.
Sin embargo, no se dieron por vencidos, pero al no encontrar suficientes foros para la música clásica decidieron experimentar con algo nuevo. Alrededor de abril de ese año se concretó un proyecto muy diferente y más ambicioso: un grupo de “World Fusion”
Como lo repite constantemente Max “Inri” Rivera, manager de la banda, para Pixán “todo pasa por algo, y las cosas llegan a su tiempo”. Cuando fue el momento de grabar su primer álbum, tuvieron la oportunidad de acceder a los estudios Universal. El disco homónimo se realizó bajo la producción de Gustavo Miranda, con recursos propios del grupo.
Los seis integrantes actuales se reunieron poco a poco. Para la primera producción, el grupo quedó formado por José Antonio González, en el violín; Albino Rivera en la guitarra; como bajista Manuel Güereca; Nelson González toca las percusiones y Roberto Moreno se encarga de la batería. Como último integrante se unió Javier Sandoval, quien agrega una guitarra más, y cuyas aportaciones aparecerán en el próximo álbum, contemplado para inicios de 2012.
Seis músicos de diferentes edades, influencias y formación, decidieron apostar a la fusión de géneros para crear un sonido que ya tiene fama en otros países, pero para el nuestro es novedad.
Cuando se retomó el Festival, estuvieron presentes en este escenario y muchos otros, locales y nacionales; su música también se presentó en estaciones universitarias locales y Radio Torreón. Han viajado por el sur del país donde tuvieron buena recepción, y sonaron en una radio universitaria de Tabasco. Aunque no han ido al extranjero, su música ya llega a lugares como Argentina o Alemania. De esto da fe Nelson González, que es quien maneja las redes sociales y recibe los mensajes de tierras remotas con felicitaciones para la banda y su música.
Los logros que van acumulando no son gratuitos. Conciertos, giras, presentaciones en medios o el material grabado, han costado al grupo. El talento es innato, dice José Antonio en entrevista para Urbana, pero no es suficiente. Cita al flautista Horacio Franco, quien asegura que el talento de un músico es proporcional a su esfuerzo. Con estos dos elementos combinados, los músicos buscan abrirse paso para compartir sus composiciones.
Pixán va ganando popularidad poco a poco, valiéndose del Internet y algunas radiodifusoras que les abren la puerta. No ha sido fácil, algunas puertas siguen cerradas y medios como la televisión aun no prestan atención a esta banda Lerdense, sin embargo, los miembros de Pixán y su agente son positivos y pacientes. El grupo confía que con el tiempo, su talento aunado al trabajo rinda frutos y puedan llevar su música y espectáculo a más lugares, conservando su esencia en la originalidad.
El alma de sus sueños
Cuando formaron el grupo no estaba clara la idea del género a tocar, sólo consideraron que debía ser algo único y que les permitiera expresarse. Así fueron componiendo una canción tras otra, e intuitivamente agregaron ritmos e instrumentos. Con la influencia folklórica que lleva cada integrante, su música derivó en un género poco conocido en nuestro país.
“El World Fusion es música tradicional de los pueblos tocada por los instrumentos actuales y algunos instrumentos nativos. No solo mezclas esa música tradicional, sino jazz fusión, rock y con eso las armonías suenan ya occidentales”, explica el bajista Manuel Güereca.
Este es en realidad un subgénero que pertenece a un estilo más amplio, llamado World Music, o Música del Mundo, caracterizado por inspirarse en música nativa; el subgénero interpretado por Pixán, tiene la particularidad de tomar elementos del jazz.
El estilo que componen no tuvo nombre para ellos hasta que hubo un álbum de por medio. Antes de éste, era confuso describir cuál era su género. “Cuando iniciamos nuestro agente nos decía ¿y cómo le vas a poner a eso?, ¿qué estilo?”, narra Güereca sobre una conversación previa a la presentación del grupo, “y dije: no te la compliques, vamos a hacerlo y que la gente lo escuche y diga qué es”. En los foros donde tocaron, su manager los presentaba como latin jazz, género parecido, pero con rasgos muy diferentes al que realmente interpretan.
Cuando llegó el momento de vender el álbum, contactaron a una distribuidora en línea. Esta empresa resultó más estricta al tratarse de géneros y les añadió la etiqueta de World Fusion. “Dicen que tocamos un género que se llama música del mundo…”, comenta el guitarrista Albino Rivera. Esto no es porque desprecien la categoría que les dio su distribuidora; están conformes con ella. Sin embargo, lo importante para ellos es que la gente escuche su música y la disfrute más allá de etiquetas.
El nombre de la banda puede resultar extraño, pero fácil de recodar, aunque éste no fue elegido pensando en la mercadotecnia. El nombre se basa en lo que la música representa para los seis artistas. En lengua Maya, “Pixán” significa “alma” o aquello que da vida al cuerpo. En la tradición, se refiere a la parte del humano que no muere, y que regresa cada día 2 de Noviembre a disfrutar de su altar.
¿Y qué tiene que ver con la música? La respuesta es breve pero compleja, y por eso es necesario conocer qué es lo que da vida a Pixán.
Antes de este grupo, los músicos ya estaban involucrados en otros proyectos con menos libertad creativa; grupos versátiles para fiestas, conjuntos norteños y coros de iglesia son algunos ejemplos. Dichos conjuntos necesitan de intérpretes ágiles en su instrumento. Los músicos tienen esa cualidad, pero no era suficiente interpretar.
“Todos estuvimos en grupos de fiesta muchos años, al momento de que llega este proyecto, es como una válvula de escape. En los grupos de fiestas siempre hay que copiar; pero al momento de formar Pixán es cuando brota el deseo de crear algo nuevo”, cuenta Albino Rivera.
En los grupos versátiles no hay espacio para la composición, la gente quiere escuchar en sus fiestas el último éxito de la radio y no experimentos musicales. Además, comenta Güereca, es un trabajo exigente, pues cada nueva canción popular significa aprender a interpretarla. Entre tantos hits no había tiempo para dedicarse a sus propios proyectos musicales.
El no tener compromisos comerciales les permite experimentar con armonías y ritmos que algunos pensarían incompatibles; esa es la principal ventaja de ser una banda independiente. El apoyo que reciben es de instituciones culturales y en especial de sus seguidores.
Pixán es “música con alma”, con un impulso creativo y un “deseo por hacer las cosas bien”, explican sus integrantes. Por eso toman dicho nombre y eslogan, que reflejan de dónde viene el ánimo por componer e interpretar.
Revolver géneros es una cosa, pero mezclar como lo hace Pixán es algo más elaborado. ¿Cómo lo logran? “Ese es nuestro secreto ¡y nunca lo vamos a revelar!”, bromea el alegre Don Albino.
Pixán hace su apuesta a la originalidad para llegar a su público. Aún así no ha faltado quien los compare con otros estilos, como el de Santana o la música brasileña. Ante esto Jose Antonio responde que sí tienen como influencia esa música, pero no como referencia al momento de componer.
El reto que tienen es hacer algo coherente con tantos elementos musicales a su disposición. Para el oído común un huapango no tiene nada que ver con el blues; por eso, el violinista explica cómo unen vertientes tan distintas. “En la música hay cosas que comparten los diferentes géneros en su estructura. A veces resulta 'fácil' embonarlos, porque un compás está en otro género, pero con un diferente tiempo… luego añadimos un remate o algo parecido para enlazarlos”.
Los frutos del trabajo
El empeño que dedican a la banda ha dado frutos. En 2010 uno de los sueños de Pixán se realizó: tuvieron su primer álbum musical. Esto no fue fácil, pues las expectativas sobre este material eran grandes; decidieron hacerlo bajo la dirección de profesionales en la ciudad de Monterrey para trabajar en los estudios Universal.
La idea era ambiciosa para un grupo independiente, incluso para uno bajo contrato disquero hubiera sido difícil alcanzar tal logro. Esto se debe a que tendrían como productor de grabación a Gustavo Miranda, quien ha ganado varios premios Grammy.
Los músicos ahorraron durante meses para financiar el costo por las horas de estudio y mezcla. Dos veces estuvieron a punto de juntar la cantidad necesaria cuando, por algún imprevisto, debió aplazarse. Esto no los desanimó para cumplir su objetivo, sino que permitió condiciones más idóneas para realizar las grabaciones “Cuando uno tiene ganas Dios pone las cosas”, comenta Nelson González.
Y como los integrantes del grupo y su representante tenían grandes ánimos de grabar, en Noviembre de 2009 se presentó la oportunidad. Se trasladaron a los estudios y descubrieron una grata sorpresa. “¡Éramos como los dueños del estudio!, estábamos solos con todo el personal” recuerda el percusionista.
Bajo la dirección del galardonado productor interpretaron las canciones frente al micrófono. Pero al pasar al lado de controles y escuchar lo que tocaron, el sonido los sorprendió “de pronto decías ¿ese que se oye soy yo? Por la buena calidad del sonido no te la creías. Fue una experiencia muy agradable” comenta Güereca.
Finalmente el demo estuvo listo y causó conmoción. “Cuando nos entregaron el demo, casi llorábamos”, Confiesa José Antonio.
Nelson explica la satisfacción de crear algo propio y auténtico: “Es muy padre porque creas algo de ti. Se percibe el sentimiento de la interpretación, de lo que plasmamos”.
El arte gráfico del disco también es de la autoría de Pixán. Especialmente Güereca estuvo involucrado, al diseñar el empaque y cuadernillo del disco. Sobre la tapa y al reverso, en ideogramas mayas, se puede ver la correspondencia fonética de “alma” y la palabra “pixán”. Además a cada canción le corresponde un dibujo relativo al tema de inspiración. Estos fueron hechos a mano con técnica de acuarela y posteriormente escaneados.
Este año el grupo trabaja en lo que será su nuevo material. Esta va a ser la primera participación discográfica de Javier, quien ya aportó una canción al álbum. Los mismas dificultades económicas se presentan, pese a ello, no dudan que tendrán otro logro en sus manos.
Por diferentes motivos la grabación se va aplazando, pero confían que para inicios de 2012 puedan traernos un disco mucho mejor que el anterior.