"En la violencia olvidamos quiénes somos".
Mary McCarthy
L viernes 18 de noviembre debía llevarse a cabo el registro de las planillas para el Consejo Político del PRI en el Distrito Federal. Un grupo de unos 1,500 simpatizantes de la planilla blanca, encabezada por Rosario Guerra Díaz y Manuel Jiménez Guzmán, llegó a las oficinas del partido a las 5 de la tarde para hacer el registro.
La puerta estaba cerrada y la controlaba un grupo de jóvenes a las órdenes de Christian Vargas, el "dipuhooligan", que no permitía el acceso. Hubo algunos empellones y sólo unos 30 lograron entrar. Éstos pidieron el registro y solicitaron el acceso del resto del grupo, que tenía parte de la papelería para el registro.
Víctor Carrillo, presidente de la mesa de registro, acudió a la puerta y permitió el acceso de los documentos, pero no de la gente. Se quedaron fuera unos pagos de militancia, pero la mesa declaró que se había vencido el plazo. Los abogados de la planilla aconsejaron que se hiciera un escrito para consultar a la secretaría de finanzas sobre esos pagos y que se hiciera el registro ad cautelam.
El proceso se llevó a cabo con lentitud. La mayoría de los simpatizantes de la planilla se retiraron. A las 19:15 Alberto Nava llamó de fuera a Jiménez Guzmán y le advirtió que en motocicletas estaban llegando jóvenes y mujeres armados con bolas de metal con picos, tubos y palos y que estaban sacando de debajo de las escaleras bates y palos escondidos. Al parecer se preparaba un ataque.
Jiménez Guzmán buscó sin éxito a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el líder de los pepenadores y principal dirigente opuesto al registro de la planilla blanca. Localizó a Alejandra Barrios, líder de los ambulantes, quien dijo que ella no tenía nada que ver con los golpeadores. El diputado Israel Betanzos era quien organizaba el ingreso de éstos al recinto.
"Finjo serenidad -dice Rosario Guerra-. Tomo un café frío en vaso de unicel para hacer un trago, la boca seca." Christian Vargas exige a las mujeres de la planilla que le entreguen la documentación. Rosario Guerra le dice que no. Él responde que la quiere para revisarla y trata de arrebatarla. Guerra responde que no es autoridad electoral. "Se molesta y me empuja -cuenta Rosario-. Al hacerlo el café cae sobre su camisa. Enfurecido, me golpea en el rostro".
Betanzos grita que entre la "banda". Víctor Carrillo, el presidente de la mesa, ordena que se abran las puertas. Como los golpeadores no conocen a los miembros de la planilla, los diputados Vargas y Betanzos los señalan. Rosario Guerra se esconde debajo de una mesa. Ve como los de la banda toman su bolso y lo saquean.
La golpiza se generaliza. Los de la planilla blanca tratan de salir. Rosario Guerra no alcanza la salida. Un grupo de mujeres se va contra ella. Unos compañeros la defienden. Alguien la golpea en la cabeza con una bola de metal con picos. También la patean. La descalabran. Sangra profusamente.
Jorge Cervantes es golpeado por cerca de 10 agresores. Pierde el conocimiento. Jesús Ochoa sangra y se defiende. Otros compañeros están tirados en el salón. No hay prensa, pero un camarógrafo contratado por Carrillo graba todo. Termina la violencia y los heridos son trasladados a un hospital.
"Me entero por Jaime del Río -dice Rosario- que el notario contó 15 lesionados, cinco descalabrados, cuatro con fuertes lesiones. Todos, gente nuestra". Por la prensa "me entero que la agresión fue una riña y que yo la provoqué por tirarle en el rostro café hirviendo al dipuhooligan". Empiezan a llamar algunos medios para decirnos que estamos demandados penalmente por agresiones y que solicitan nuestra expulsión del partido. "Decidimos dar nuestra versión a los medios y hacer un llamado al CEN para que suspenda el proceso".
DEDAZO
El Tribunal Electoral determinó que el PAN n debía recurrir al dedazo para escoger a candidatos a cargos de elección. La determinación del CEN es quitarlo en algunos casos, pero mantenerlo en 42.