Marginación. El aumento en la pobreza en México sigue avanzando ante los bajos ingresos salariales y las tasas de crecimiento económico.
En el informe del Índice de la Tendencia de la Pobreza Laboral correspondiente al segundo trimestre del año, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, ha mostrado que el problema de la pobreza sigue avanzando. El valor del indicador es el más preocupante desde 2005, aún superior al registrado durante la crisis del 2009.
La explicación es sencilla: la debilidad del mercado laboral impide que los mexicanos encuentren una ocupación que les genere el ingreso suficiente para poder superar sus problemas de marginación. Como hemos previamente, la gran limitante de México es que durante décadas se ha sacrificado el salario de los trabajadores para subsanar los problemas de competitividad y falta de productividad. De igual manera, en gran parte el control de la inflación se ha logrado al restringir los incrementos salariales. La debilidad del mercado interno es atribuible a los bajos ingresos que los trabajadores perciben.
La mejor muestra que de que lo anterior no es un problema coyuntural, y que está totalmente vinculado con una falla del modelo económico mexicano es que aún con el crecimiento del último año y medio los problemas de pobreza, y por tanto del mercado laboral, siguen elevándose. De lo anterior se desprenden dos preocupaciones. La primera va en el sentido de que la desaceleración económica acabará por trastocar más estos desequilibrios. La segunda por el hecho de que el presupuesto presentado tiene un contenido que no favorece la resolución de los problemas sociales y económicos de México. En el último aspecto puede citarse que si bien en los Criterios de Política Económica y otros documentos oficiales se indica que el objetivo del presupuesto es beneficiar el desarrollo social, la generación de empleo y en general propiciar una cultura de austeridad en toda la administración pública, la revisión de las partidas asignadas no corresponde con dichos principios. El aumento del gasto para los servidores públicos y a la operación del gobierno constituye la primera muestra. ¿Cómo es posible que se planteara un incremento al gasto corriente cuando la sociedad se sigue empobreciendo? En segunda instancia debe citarse la baja en la inversión de capital ¿Cómo se alcanzará un mayor crecimiento cuando se restringe la construcción de infraestructura?
ESTADOS COBREN IMPUESTO A LAS VENTAS
Lo descrito es todavía más inquietante cuando se revisa la una propuesta para que las entidades federativas cobren un impuesto a las ventas finales. Seguramente esto no pasará, por el costo político que ello tendría en las elecciones del 2012 y porque los gobiernos estatales no tienen la capacidad administrativa para instrumentar dicha medida.
Aunque ese incremento a los impuestos no se cristalice, la simple propuesta ya encierra una contradicción con las condiciones de vida que enfrentan los mexicanos. La creación o elevación de impuestos acarrearía el correspondiente aumento en la inflación y mermaría el ya de por sí bajo poder adquisitivo de los trabajadores y sus familias. Sin lugar a dudas dicha contradicción refleja que el presupuesto planteado tiene pies de barro: es inconsistente con sus objetivos, está fundamentado con una expectativa de que la desaceleración económica no afectará en mayor medida a México y no reconoce la actual debilidad social. Lo anterior repercute en el entorno que enfrentan las empresas, especialmente las pequeñas y medianas. No tienen la capacidad de incrementar sus ventas cuando no hay capacidad de compra. Revisar a profundidad lo descrito es fundamental, a fin de que se tomen medidas adecuadas en el preámbulo de un 2012 que puede ser definitorio para la estabilidad de México. De no realizarse los cambios adecuados se podría abrir la puerta a problemas superiores a los que enfrentamos en la actualidad, y que ya ponen en predicamento a algunas regiones del país.