Lo acusan de haberse convertido 'desde hace años en vocero de los grupos multinacionales editoriales y mediáticos, de un supuesto liberalismo de sometimiento y depredación. (EFE)
Un grupo de intelectuales argentinos desató una fuerte polémica cultural al solicitar que el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa se abstenga de inaugurar la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, reveló hoy la prensa local.
El diario 'Clarín' explicó que el escritor Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, pidió al presidente de la Cámara Argentina del Libro (CAL) que revea la decisión de que Vargas Llosa inaugure la Feria literaria más importante de Sudamérica.
En una carta, González cuestionó el lugar central que ocupará en la Feria el Nobel de Literatura 2010, quien es un crítico acérrimo del fallecido ex presidente Néstor Kirchner y de su viuda y sucesora, Cristina Fernández, señaló.
'Considero sumamente inoportuno el lugar que se le ha concedido para inaugurar una Feria que nunca dejó de ser un termómetro de la política y de las corrientes de ideas que abriga la sociedad argentina', advirtió el director de la Biblioteca Nacional.
El también sociólogo consideró que hay 'dos Vargas Llosa', porque por una parte es 'un gran escritor que todos festejamos', pero por otra es 'el militante que no ceja ni un segundo en atacar a los gobiernos populares de la región'.
El diario 'La nación', por su parte, se refirió a una carta firmada por Aurelio Narvaja, de la popular editorial Ediciones Colihue, en la que solicita que se revierta la decisión de invitar a Vargas Llosa.
'Al mismo tiempo, ´La nación´ pudo saber que un grupo de escritores e intelectuales cercanos al kirchnerismo preparó el texto de una solicitada que sería publicada en breve para expresar su rechazo a esa misma iniciativa', anticipó.
Mientras que el filósofo y escritor José Pablo Feinmann reconoció que le produjo 'una enorme indignación' que Vargas Llosa fuera invitado pese a las críticas que lanza contra Argentina", por lo que promovió un desplegado en contra del papel principal que se le quiere otorgar.
En el texto, que ya circula entre intelectuales cercanos al gobierno, se plantea un "profundo desagrado y malestar" por la invitación del escritor peruano.
Consideran que su visita no sería sólo "inoportuna sino también agraviante para la cultura nacional y para con las preferencias democráticas y mayoritarias de nuestro pueblo".
También lo acusan de haberse convertido 'desde hace años en vocero de los grupos multinacionales editoriales y mediáticos, de un supuesto liberalismo de sometimiento y depredación, y de la oposición a lo que ellos denominan gobiernos populistas en América Latina'.
