Protestas continúan. Manifestantes opositores gritan consignas durante una manifestación contra el régimen en Saná, Yemen, realizada ayer.
La Policía antimotines de Yemen abrió fuego ayer contra una marcha de miles de opositores en la capital, mató a una persona y dejó cinco más heridas, al cumplirse el décimo día de las protestas que han sacudido al país.
Los inconformes comenzaron a marchar por la mañana desde la Universidad de Saná hasta el Ministerio de Justicia, entonando lemas como "el pueblo quiere que caiga el régimen", hasta que fueron interceptados por la Policía y simpatizantes del presidente.
Los partidarios del presidente, algunos armados con palos y cuchillos, atacaron a la multitud y se enfrascaron en una batalla a pedradas. En determinado momento la Policía disparó al aire para dispersar la marcha.
Un funcionario médico dijo que un hombre recibió un disparo en el cuello que lo mató. Habló a condición de no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar con la prensa.
La capital yemení se calmó por la tarde, pero los estudiantes convocaron a nuevas reuniones en la universidad por la noche.
El sábado fue el décimo día consecutivo de protestas en Yemen, inspiradas por los levantamientos sociales en Egipto y Túnez. En las manifestaciones en varios lugares de Yemen han muerto siete personas.
Los manifestantes piden la renuncia del presidente Alí Abdalá Salé, que es un aliado clave de Estados Unidos en la lucha contra los terroristas de Al Qaeda y quien ha gobernado el país durante 32 años.
Mientras tanto, los residentes de la ciudad portuaria de Adén, donde los fuertes disturbios han dejado al menos cuatro muertes, dijeron que las fuerzas de seguridad han desaparecido de las calles, lo que amenaza con sumir a la ciudad en el caos.
Los residentes explicaron que ante la ausencia de las fuerzas policiales o armadas, han surgido grupos que saquean y queman edificios del gobierno.
Además de una población descontenta, Salé enfrenta la amenaza de los milicianos de Al Qaeda que tratan de derrocarlo, un movimiento secesionista en el sur del país y una esporádica rebelión armada en el norte.
Y EN ARGELIA...
Un intenso despliegue policial impidió ayer de nuevo por la fuerza que cientos de personas se manifestaran en el centro de Argel convocados por la Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC) en demanda de la democratización del régimen argelino.
Centenares de agentes policiales y antidisturbios tomaron desde primeras horas de ayer por la mañana la plaza del Primero de Mayo en el centro de la capital, donde debía arrancar la manifestación, y se desplegaron en cordones por las calles adyacentes reprimiendo cualquier intento de formar siquiera una concentración.