"No es necesaria la existencia
De un contrato escrito
Para presumir que hubo
Efectivamente la contratación
De propaganda política."
Magistrado Santiago Nieto
La sala regional del Tribunal Electoral anuló la elección del 13 de noviembre para la presidencia municipal de Morelia por los calzones de Juan Manuel Márquez. En una votación dividida de dos contra uno, la sala determinó que el hecho de que el boxeador haya tenido un logotipo del PRI en su calzón en la pelea del 12 de noviembre en Las Vegas ameritaba la anulación de la elección.
La sesión de la sala empezó a las 11 de la noche del 27 de diciembre y concluyó a la 1:25 del 28, pero no hay indicación de que el fallo fuera una broma del día de los inocentes. Los dos magistrados que optaron por la anulación afirmaron que el logotipo del PRI en los calzoncillos de Márquez constituía una violación grave del artículo 41 de la Constitución. Otra de las faltas fue la aparición del candidato del PRI, Wilfrido Lázaro Medina, en una transmisión de televisión de paga del cierre de campaña del candidato al gobierno estatal, Fausto Vallejo.
Los propios magistrados reconocieron que no se puede determinar qué tanto influyeron estas transmisiones en la decisión de los ciudadanos, pero de cualquier manera anularon la elección. El caso, como casi todos los demás, terminará en la sala superior del Tribunal Electoral, lo cual hace pensar nuevamente si es necesario pagar por estas salas regionales.
Marko Cortés, el candidato del PAN, aplaudió el fallo, pero sin enterarse de su contenido. "Mi equipo y yo -declaró- estuvimos siempre seguros de que ganamos este proceso electoral porque los votos en las urnas nos favorecieron." Los magistrados, sin embargo, no modificaron el cerrado recuento oficial que dio el triunfo al priista Lázaro por 104,514 votos contra 104,142 del panista Cortés.
No es ésta la primera vez que los tribunales electorales anulan una elección. En Tabasco en 2003 y en Colima en 2006 se desconocieron los triunfos de dos candidatos priistas al cargo de gobernador. En ambos casos hubo nuevas elecciones y en los dos el ganador inicial ratificó su triunfo, pero con un margen mayor. En este caso, si el fallo regional es ratificado por la sala superior, habrá que tener una nueva elección.
Muchas preguntas surgen, sin embargo. ¿Cómo cuantificar la influencia de una transmisión de televisión en el resultado? ¿No se está violando la voluntad de los ciudadanos en aras de un mero formalismo? Por otra parte, si la elección para la presidencia municipal es inválida por unas transmisiones que se vieron en todo el estado, ¿no habrá que anular también los comicios para gobernador y para el Congreso?
Llama la atención que la sala regional justifique en parte la anulación por la aparición del candidato del PRI en una transmisión en televisión de paga del cierre de campaña del candidato a gobernador Fausto Vallejo. No he visto la transmisión, ¿pero realmente es un delito acudir al cierre de campaña de otro candidato?
Además, hasta ahora la censura sólo se había aplicado a la televisión por aire; ¿se ejercerá ahora también contra la de paga? El precedente es peligroso. ¿Será el siguiente paso censurar el Internet?
Lo que más llama la atención es que una de las razones de la anulación haya sido el logotipo del PRI en los calzoncillos de Juan Manuel Márquez. Era sólo cuestión de tiempo, me imagino, para que los magistrados electorales se metieran hasta en los calzones.
Vale la pena señalar que ninguna de las dos faltas que han llevado a la anulación habría sido objetables en un país democrático como Estados Unidos.
Los comentarios despectivos del panista Carlos Talavera hacia las indígenas nos demuestra lo que se obtiene cuando los cargos que deberían ejercerse por vocación, como los de las brigadas de Oportunidades en Sedesol, se entregan a aliados políticos. En este reparto los gobiernos del PAN no han sido mejor que los anteriores del PRI.
Twitter: @sergiosarmient4