Las calles estaban vacías. Eran las 8 de la noche y cualquiera podía caminar por las calles del centro de Torreón y los bulevares como si se estuviese en una ciudad fantasma. El caminar podía ser por la mitad de los arroyos vehiculares, no por los andadores, y resultaba lo mismo; no había casi nadie. Había zozobra, nuevamente el miedo estaba en todos lados. Los rumores corrían como regueros de pólvora.
Tampoco se trataba de la onda gélida acontecida hace unos cinco días atrás del pasado martes 8 del presente, que batió récord en temperatura menor en lo que se tiene registrado en las ciudades. Los termómetros llegaron a marcar en determinados momentos por debajo de los menos ocho grados centígrados. Sin precedente alguno por lo menos en la historia contemporánea de La Laguna. La helada hizo que se recordase aquel diciembre de 1997, donde además del frío, se vivieron nevadas por todo el norte de México, y aquí un considerable manto blanco cubrió las áreas verdes de la región. Ahora como hace más de trece años, la flora es quien ha resentido el meteoro, y miles de árboles lucen con su follaje café, quemado por el atípico clima.
Lo que sucedió es que aparecieron mensajes que lanzaban advertencias de hechos violentos y eso fue más que suficiente para que la zona conurbada quedase paralizada casi por completo. La psicosis corría por doquier y las redes sociales eran el espacio para que la comunidad usuaria se comunicara de todas las informaciones que surgían de manera informal al respecto de la advertencia mañanera.
Mientras tanto, por supuesto que no había información oficial acerca de lo que de boca en boca se conocía: la ciudad estaba aterrorizada de volver a vivir el infierno de una balacera masiva, como las que ocurren con frecuencia.
Además de la psicosis, la Comarca sufrió con la parálisis un daño económico considerable por lo acontecido, particularmente el sector comercial y en especial el restaurantero, quienes vieron afectadas sus ventas a casi 100 por ciento, que se puede asegurar no es tan trivial. De por sí la cosa está color de hormiga para el sector restaurantero en general, y sobrevivir a esta circunstancia no es tan simple ni mucho menos. Y sí, claro que también se generan empleos con los que se sustentan las familias. Todo abona al gravísimo problema.
Ante esto, surgió una sugerencia por parte del Grupo Empresarial Lagunero hacia el municipio de Torreón, que consistía en que las autoridades de seguridad del ayuntamiento utilizaran la estación de Radio Torreón, que pertenece al patrimonio torreonense, para informar a la comunidad en general en la oportunidad precisa, de acciones, hecho o información misma referente a la seguridad pública.
Además de esto, el mismísimo alcalde en su cuenta de twitter informó un hecho policiaco ocurrido en el nudo mixteco cerca de las once de la noche de antier. Es decir, también está esa vía para conocer acerca de estas cosas, desde la cuenta del presidente municipal, Eduardo Olmos.
Qué bueno que las autoridades hayan respondido de manera positiva a esta idea de informar directamente. Hay que decir que está comprobado que los medios han sido ya atacados sostenidamente y que tampoco éstos, como casi nadie, está a salvo de la violencia en esta ciudad, por lo que su misión fundamental, de informar, no goza de garantía alguna, así que la decisión de los funcionarios municipales de directamente comunicarse con los ciudadanos comunes, debe ser en parte reconocida, porque no hay que perder que su labor es brindar seguridad, no alertar donde ésta no exista o esté en riesgo. Pero qué bueno, aunque sea que haya Radio Torreón y que Olmos use su twitter.
