Por un teatro contra la violencia a la mujer

Para describir el trabajo con las comunidades indígenas del estado de Hidalgo a través de un convivio teatral llamado "Mujer corazón, sin violencia", el actor lagunero Alam Sarmiento propone pensar en la memoria; el recuerdo memorable, desde la imagen o la metáfora de la piel que relaciona su trabajo durante más de cinco meses.

Como un convivio teatral con el participante-espectador, donde existe un intercambio-trueque de historias de vida, fue definido el proyecto Teatro Cuerpo Social, donde participó el actor lagunero Alam Sarmiento, con el que recorrió varias comunidades indígenas del estado de Hidalgo.

"La teatralidad contemporánea ha dejado de lado muchos de sus antiguos intereses o funciones que cumplía, para ocuparse de acciones muy concretas y profundas en el vivir del ser humano. La teatralidad ahora nos permite recuperar ese espacio de convivio público con los otros, nos permite satisfacer nuestra necesidad de pertenencia y ritual", coment→ → o el actor y director de teatro.

Alam Sarmiento recordó que en el camino por las comunidades y localidades indígenas pudó ir encontrando, con este trabajo teatral cada vez más pertenencia, más sentido, ante el asunto de sensibilizar informar y prevenir la violencia contra las mujeres que viven en los lugares que visitaban.

"No me parece descabellado que una buena forma de hacer frente a la violencia de cualquier tipo sea a través de la creación, pues la creatividad y el crear son casi antítesis de la destrucción y manipulación que provoca lo violento, sobre todo si pensamos en el hecho teatral como un espacio de reflexión".

Experiencias sensitivas vividas desde el movimiento, y la acción de convivir con habitantes de la zona Otomí Tepehua, el Valle del Mezquital y la Huasteca Hidalguense. Hicieron al actor lagunero bailar, cantar, manipular granos de maíz, hacer sonar tambores, tomar agua, tierra, piedras, velas, fuego y humo.