TE HAN DESPEDIDO... A VECES EL CAMBIO ES BUENO
El cambio se presenta, no importa que trates de evitarlo, a veces es bueno. El miedo a los cambios es una de las barreras más grandes para lograr el éxito. Cuando no estás poniendo atención a lo que está sucediendo justamente frente a ti, no estás captando las señales de que algo está cambiando en tu mundo profesional.
Si te despiden, es un hecho que lo vas a resentir de alguna manera. Si te gustaba mucho tu trabajo, este puede ser un proceso muy difícil, pero aunque no fuera de tu agrado, no subestimes el impacto emocional que puede tener en tu autoestima el perder un empleo.
La Dra. Kubler-Ross detalla las cinco etapas de dolor que la mayoría de las personas pasamos después de una pérdida.
NEGACIÓN -NO ACEPTACIÓN
Cuando la mente está procesando algo como esto, necesitas tiempo para ajustarlo. Durante la etapa de no aceptación, aun cuando creas que ya lo superaste, realmente sigues dándole vueltas a lo que ha pasado.
CORAJE -IRA
Es lógico, enójate y odia a todos (especialmente a tu jefe). Cuéntales a tus amigas lo que sucedió. Procura que ese enojo te motive en lugar de deprimirte.
NEGOCIA
Durante esta etapa, al mismo tiempo que te controlas, haz tratos contigo misma; por supuesto que quieres hacer todo lo posible para evitar que una situación como esta vuelva a repetirse; pero reflexiona acerca del hecho de que aun siendo la mejor asistente en el mundo también podrías ser despedida.
DEPRESIÓN
Una etapa peligrosa es el sentirse deprimida por un largo tiempo, entre más pronto reenfoques tu energía para encontrar otro trabajo, será lo mejor. Piensa que si algo no funcionó se debió a algo fuera de tu control, como la estabilidad financiera de la empresa. Entristécete por la pérdida del trabajo, pero no te deprimas. Ningún trabajo vale más que tu salud mental.
ACEPTACIÓN
El ser despedida te define si tú lo permites. Acepta lo que sucedió y enfócate hacia delante, no hacia atrás.
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Por: Profra. Pilar D. R. de López
