Premio literario Brasserie Lipp

Uno de los más prestigiados restaurantes de cocina francesa en el Distrito Federal es La Brasserie Lipp, sucursal de un establecimiento homónimo en París abierto hace más de 120 años. A partir de 2011, el de México se ha convertido además en el centro de atención de escritores y lectores, debido a la creación de un singular premio literario.

Los caminos de la literatura y la gastronomía se han entrecruzado incontables veces, pues en un sinfín de obras de todos los géneros encontramos situaciones relacionadas con la comida y los sitios clásicos para ingerirla, desde la cocina de un hogar hasta la sencillez de una cafetería o una fonda, la elegancia de un exclusivo restaurante, etcétera. Asimismo, en todo el mundo incontables escritores acostumbran reunirse con algún grupo de colegas alrededor de una mesa para compartir anécdotas, proyectos, consejos y por supuesto: una bebida y algo de comer, ya sea un mero entremés o un sofisticado menú.

A pesar de ese vínculo innegable muchos se sorprenden ante la idea de que un restaurante otorgue un reconocimiento literario, lo cual es una realidad desde hace más de 70 años en Francia, y a partir de 2011 se ha incorporado también a la escena de los honores literarios en México, con la instauración del premio Brasserie Lipp.

UN GALARDÓN COCINADO EN FRANCIA

Uno de los barrios más emblemáticos de París es el de Saint-Germain-des-Prés. Por ello fue el sitio elegido por Leonard Lipp y su esposa para abrir ahí en 1880 una brasserie a la que bautizaron con su apellido (brasserie se traduce como ‘cervecería’, establecimiento que en la tradición francesa ofrece alimentos además de las bebidas). La buena sazón y el magnífico ambiente decorado con grandes espejos, paneles de cerámica y majestuosos frescos que datan de 1900, propiciaron que en poco tiempo el sitio se hiciera de una clientela fiel y de una reputación sólida como uno de los mejores lugares para comer en la Ciudad Luz.

El local fue adquirido en 1920 por Marcelin Cazes, un empresario que tuvo la visión de ampliar el lugar primero en tamaño (pasando de 10 a 90 mesas) y después en funciones. Y es que el Lipp tenía para entonces entre sus principales visitantes a empresarios, escritores (como Jean-Paul Sartre, Marcel Proust y otros), y artistas en general.

Cazes decidió corresponder la preferencia de los literatos compartiendo con ellos algo de su prestigio. Así, instituyó en 1935 el Prix Littéraire Cazes, que además de otorgar al ganador una suma en efectivo servía como plataforma para darlo a conocer, al vincular el nombre del autor en cuestión con el del acreditado establecimiento.

Desde su creación el premio Cazes ha tenido un requisito básico: los participantes no deben haber obtenido previamente ningún otro galardón. Otras condiciones se han ido estableciendo con el paso del tiempo; por ejemplo la convocatoria actual únicamente admite a escritores menores de 40 años. Igualmente, en 1950 se definió que podían concursar sólo novelas, ensayos, compilaciones de cuentos, biografías y memorias, pues antes participaban también piezas de teatro (el primer año se otorgó el estímulo a una compañía teatral, por una de sus puestas en escena).

Para la comunidad francesa, el hecho de que alguien gane el Cazes equivale a estampar en su obra un sello de garantía de calidad. De hecho se sabe que los libros respaldados por la Lipp suelen vender hasta un 300 por ciento más que otros volúmenes.

RECETA MEXICANA

En octubre de 2008 abrió sus puertas en el Distrito Federal (en la zona de Polanco) el restaurante La Brasserie Lipp, siendo hasta ahora la única sucursal de la Lipp de París.

A finales de enero de este año, el establecimiento mexicano citó a una rueda de prensa en la cual se hizo pública la convocatoria para la primera emisión del Premio Literario Brasserie Lipp, emulando los pasos del local francés.

A diferencia del certamen galo, el de nuestro país está abierto únicamente a novelas. Entre los requisitos más importantes se encuentra que las obras deben ser presentadas no por sus autores sino por editoriales, pues todo libro participante debe contar con el respaldo de una editorial (que tenga al menos dos años de antigüedad o esté registrada ante la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana) dispuesta a publicarlo sin importar el resultado.

Otras especificaciones marcan que los escritores no deben tener más de dos novelas publicadas [...], ni haber sido premiados de manera sobresaliente en algún otro concurso literario. Esto permite que el manuscrito enviado pueda ser una ópera prima siempre y cuando, como ya se mencionó, sea presentado por un sello que esté decidido a llevar el material a imprenta.

EL PRESTIGIO COMO PREMIO

Las bases de la convocatoria asientan que el restaurante La Brasserie Lipp otorgará a la obra ganadora un estímulo económico que para esta primera emisión asciende a 50 mil pesos (menos impuestos). Pero al igual que con el premio Cazes, la principal intención del Brasserie Lipp es apoyar a publicitar y difundir el volumen ganador, lo cual sin duda beneficiará tanto al autor como a la editorial.

Aunque el establecimiento mexicano no tiene la antigüedad de su homólogo francés, en el corto tiempo que lleva en operaciones se ha convertido en uno de los favoritos para grandes figuras de la política, el mundo empresarial y el artístico. Más allá de lo anterior, un gran aliciente para los concursantes es la composición del jurado, debido a que está conformado por distinguidas personalidades del ámbito literario y cultural de México y Latinoamérica. Los miembros son: Rafael Tovar y de Teresa, quien ha estado al frente del Conaculta y del INBA; los escritores Xavier Velasco, Carmen Posadas, Silvia Molina, Rafael Pérez Gay y Beatriz Rivas, escritora y periodista; Gastón Melo, comunicador, productor y director. El presidente del jurado es Sealtiel Alatriste, escritor, editor, diplomático y actual coordinador de Difusión Cultural de la UNAM.

Innegablemente es de esperarse que la novela elegida por un comité de este nivel y respaldada por un restaurante tan exclusivo atraiga el interés de los amantes de la literatura y del público en general, no sólo en México sino en todos los países de habla hispana.

El periodo de recepción de manuscritos concluirá el próximo 15 de mayo. Hasta ahora la respuesta de autores y editoriales ha sido bastante positiva, y se espera cerrar con un alto número de participaciones. Vale la pena estar al pendiente de los resultados, que se darán a conocer el 10 de junio.

Fuentes: Jorge Durán, Director de Operaciones de La Brasserie Lipp México.