México sigue siendo uno de los países más letales para la prensa, aseguró el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). En su informe "Ataques a la prensa en el 2010", el organismo señaló que durante ese año, fueron asesinados 10 periodistas y tres están "desaparecidos".
Los periodistas mexicanos, indicó, también fueron amenazados, secuestrados y obligados al exilio, mientras que los medios de comunicación fueron blanco de atentados con bomba, como fueron los casos de Televisa Matamoros, Ciudad Victoria y Monterrey. En su reporte, el CPJ destacó que los grupos del crimen organizado ejercieron una intensa presión sobre la prensa e incluso, en 2010 los narcos adoptaron estrategias sin precedentes -como el secuestro de reporteros- con el propósito de controlar la información e influir sobre la cobertura noticiosa. Consideró que esos ataques a la prensa y los 30 asesinatos de periodistas ocurridos desde que Felipe Calderón asumió la Presidencia "que quedaron casi enteramente sin resolverse", tuvieron una devastadora consecuencia: una autocensura generalizada.
El reporte incluye comentarios de directivos de CPJ. Riz Khan, conductor del programa del mismo nombre, que transmite la televisora árabe Al-Jazeera, señaló: "Cada vez más, la intimidación se ha convertido en la herramienta de elección: amedrentar a los periodistas para que se alejen de la noticia; asegurarse de que comprendan que su interferencia no es bienvenida. Unos cuantos cadáveres en el camino tal vez ayuden.
"Quizá no haya lugar donde esto sea más evidente que en México, en donde el derramamiento de sangre vinculado al narcotráfico ha alcanzado miles de vidas, incluyendo las de muchos periodistas. Cuando eso ya no sea suficiente, acribillar a tiros las oficinas de los medios agregará más énfasis".
Carlos Lauría, coordinador del CPJ, informó que en 2010, mientras la corrupción y la falta de orden público se extendieron en México y América Central, en la región se afianzó la autocensura.
