Cifras. La erradicación de marihuana bajó de 31 mil 300 hectáreas en 2005 a 17 mil 400 en 2010.
La drástica caída en la erradicación de cultivos de marihuana y amapola en México de los últimos años preocupa a la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), pero comprende la falta de recursos para llevarla a cabo, aseguró ayer The Washington Post.
En una nota que retoma datos publicados por EU y México desde 2010, el diario estadounidense coincide con el Gobierno estadounidense en que la actual guerra antinarco da un respiro a los productores de ambos cultivos en zonas serranas del país al desviar al Ejército de la erradicación a la lucha contra el crimen organizado en las zonas urbanas.
Según el jefe de Inteligencia de la DEA, Rodney Benson, la caída en las históricas labores de erradicación por parte de los militares -con la erradicación de marihuana bajando de 31 mil 300 hectáreas en 2005 a 17 mil 400 en 2010- es comprensible por el objetivo de golpear a los cárteles.
"Ha habido una reducción en la erradicación. Yo sólo puedo dar al Gobierno la más alta felicitación por su destacado éxito en atacar a los liderazgos de los cárteles. Pero se necesita hacer las dos cosas (erradicación y ataque a capos). (Pero) hay pocas fuerzas para hacer todo", dijo Benson, cuya agencia no se había pronunciado sobre las cifras antes.
Tal como ya lo había publicado EU en las ediciones 2010 y de 2011 de su "Estrategia contra la Amenaza de las Drogas", el Post retoma un cálculo del aumento de más del doble de la producción de marihuana en el país de unas 8 mil hectáreas a 17 mil 500 hectáreas entre 2006 y 2009.
Retomando un estimado publicado también en el mismo documento público, el diario de la capital estadounidense dice que la producción potencial de heroína en México pasó de 9 toneladas en 2005 a 55 toneladas en 2009, como resultado de menor labor de erradicación de amapola por parte del Ejército.
Fechada desde la comunidad de El Barril en el municipio de Badiraguato, Sinaloa, la nota del rotativo recoge testimonios de algunos productores de marihuana en la región como Sabino Juárez, de 79 años, quien aseguró que la sequía afectó más que los operativos militares.
"Vea estas montañas. ¿Qué más vamos a hacer?...(La sequía) fue mala para el maíz, mala para los frijoles y mala para la mota", dijo el campesino Juárez a pregunta de los reporteros Nick Miroff y William Booth, ambos corresponsales de The Washington Post basados en la Ciudad de México.
El reportaje destaca que en el municipio de Badiraguato, cuna de varios de los principales capos del narcotráfico mexicano, el Ejército continúa erradicando cultivos, pero no como en el pasado; además remarca la ausencia de retenes militares o helicópteros en dicha región.
"Nosotros cultivamos de todo en Badiraguato. Y quien quiera que no le guste se puede ir", dijo al Post Juan Martínez, habitante de 60 años, sentado afuera de la catedral de la cabecera municipal.
En su reportaje, The Washington Post entrevista a analistas de drogas basados en México quienes reiteran que las labores de erradicación -de marihuana particularmente- no necesariamente son las óptimas, particularmente cuando en EU algunos estados han legalizado el uso médico de la planta.
