Condiciones. La inquietud de los productores del campo se centra no sólo en las nulas precipitaciones de los últimos meses, sino en que se avecina la temporada más seca del año y la de más calor. EL SIGLO DE DURANGO
Durango revierte la tendencia. De 35 milímetros de precipitaciones que históricamente caen en promedio entre diciembre y febrero, este año el récord es de cero.
La entidad rebasa los 90 días sin recibir una sola gota de lluvia.
NI LO MÍNIMO
El titular de la Dirección Local del Servicio Meteorológico, Florencio Rodríguez Loera, puntualizó que técnicamente no se puede definir esta ausencia de lluvias como una sequía, debido a que los meses de diciembre, enero y febrero tienen pocas precipitaciones. Pero enfatizó que lo que sucede en este inicio del 2011 es atípico.
Explicó que desde 1923, cada diciembre se registran en promedio cuatro días de lluvia con los que se acumulan al menos 12 milímetros; el antecedente para enero es de 18 milímetros y para febrero disminuye a cinco milímetros.
Además, los registros históricos indican que anualmente se registraban en promedio tres precipitaciones en la Zona Sierra, en forma de nieve, agua nieve o llovizna.
En lo que va de este año se rompió la tendencia histórica y los registros de lluvia son nulos, incluso en la región serrana que es la que abastece algunas afluentes que llegan hasta el centro del estado.
El meteorólogo refirió que durante los últimos 90 días, se debieron contabilizar como mínimo entre diez y 15 milímetros de agua por precipitación, de los 35 milímetros que tradicionalmente se registran en esos meses.
VIENE LO PEOR La historia también marca que lo peor del estiaje está por venir, pues a los días pasados sin lluvia deberán sumarse los que se avecinan y que son considerados como los más secos del año.
Los registros establecen que marzo tiene en promedio un solo día de lluvia, con acumulación máxima de tres milímetros; para abril se consideran tres días lluvias con cinco milímetros acumulados y en mayo son entre dos y tres días con precipitaciones que cuando mucho alcanzan los cinco milímetros.
Al estiaje se suma también el intenso calor, que durante los siete días anteriores rebasó los 30 grados centígrados en la capital.
Contraste
Calor
Ausencia
A pesar de que se estableció un nuevo récord de 31 días consecutivos con heladas, éstas no fueron factor para que hubiera nevadas.