Violencia.- Aunque se han logrado importantes avances, la violencia intrafamiliar sigue vigente en el país.
Alcoholismo, abuso de poder, infidelidad, celos y problemas económicos, son los principales factores que desencadenan la violencia intrafamiliar, que se sigue dando en los hogares, aunque sí se ha registrado una ligera disminución.
Claudia Bonilla Dávila, titular de la Procuraduría de la Mujer, destaca que esa dependencia es la encargada de atender a las mujeres que han sido víctimas de violencia, entendiendo por esto, como todo acto violento que tiene por motivo profundo la pertenencia al sexo femenino y que ocasiona como resultado sufrimiento y/o daño físico, psicológico, económico y sexual.
La misión de la Procuraduría de la Mujer -la única existente en el país-, explica, es prevenir y atender la violencia intrafamiliar para mejorar la condición de vida de las mujeres así como fortalecerlas para que aspiren a una vida saludable y logren incorporarse al ámbito laboral y social.
Bonilla Dávila menciona que las estadísticas generales indican que el 47 por ciento de la población femenina en México ha sufrido algún tipo de violencia, ya sea emocional, económica, física o sexual.
Respecto a la violencia sexual, ocho de cada 100 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia sexual, de los cuales el 41% es por conocidos no familiares, el 29% por familiares y el 20% por desconocidos, pero sólo el 16% presenta denuncia penal, es decir; dos de cada diez casos.
Sobre la violencia física, la más peligrosa y la que más vida cuesta, se sabe por estadísticas realizadas a nivel nacional, que nueve millones de mujeres mayores de 15 años sufren violencia física. El papel de la Procuraduría de la Mujer es apoyarlas en el aspecto legal y dar seguimiento a casos en particular.
Se trabaja también de forma integral con talleres terapéuticos de apoyo para mujeres, hombres y niños, que también son víctimas.