El presidente Felipe Calderón Hinojosa fustigó a los políticos del pasado que amasaron fortunas al amparo del poder.
Aseveró que no es fácil instaurar un país de leyes y el Estado de Derecho en una nación que fue educada en la cultura de la complicidad, la corrupción y la transa, pero se dijo decidido a que México sea un país de derecho y de leyes.
"La política, más allá de ser el arte del poder, más allá de ser el arte del dominio, lo que debe ser es el arte del bien común o de las buenas obras", dijo en la comida con la comunidad judía de México.
"Y lo que le ha hecho falta a este país, a este gran país, es buena política, política orientada al bien común y le han hecho falta también políticos orientados al bien común, no al bien personal o del partido, o bien aún a las fortunas inmensas que se han hecho en México al abrigo del poder y lo sabemos", atizó Calderón.
"Y lo que hace falta, es hacer el bien desde el poder público y para ello se requiere, precisamente, de principios", aseveró el Ejecutivo.