EFE
Devotos filipinos acompañan en procesión a la estatua del Cristo Negro a su salida a hombros de la iglesia de Quiapo, en el centro de Manila (Filipinas). Más de un millón de personas escoltaron a esta imagen religiosa a la que sus devotos atribuyen poderes milagrosos desde que llegó a Filipinas, procedente de México, hace más de cuatro siglos.