La secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, predijo que para 2011 el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) 'deportará nuevamente de nuestro país un número récord de criminales sentenciados'.
'Tengo previsto que este año las deportaciones vuelvan a alcanzar un nivel histórico', sostuvo Napolitano, quien indicó que cuando se anuncien las cifras de fin de año, 'indudablemente' habrá quienes culpen al gobierno de cumplir su labor 'con un exceso de eficiencia'.
Aunque el número de personas deportadas superará el de años previos, dicha cifra la conformarán, más que nunca antes, criminales sentenciados, personas que cruzaron la frontera recientemente, transgresores reincidentes y fugitivos de inmigración, puntualizó.
En 2010, ICE deportó a más de 195 mil criminales convictos, más que nunca antes, y 81 mil más de los que fueron deportados en el año fiscal 2008, sostuvo Napolitano en una conferencia en la Universidad Americana en Washington.
Agregó que por primera vez en décadas, 50 por ciento de los extranjeros deportados por el ICE, que pertenece al Departamento de Seguridad Interna, fueron criminales sentenciados.
'Hemos logrado resultados similares respecto a establecer prioridades para la deportación de los llamados no criminales. Más de dos tercios de los deportados de esta categoría en 2010 habían cruzado recientemente la frontera o eran transgresores reincidentes', precisó.
Indicó que 'el número de personas deportadas que definitivamente no estaban dentro de nuestras categorías principales se redujo de más de 19 por ciento en 2008 a menos de 10 por ciento en 2010; estas tendencias también continuarán en 2011'.
La funcionaria atribuyó esos resultados al programa Comunidades Seguras, que ayuda al ICE a identificar a quienes han sido arrestados por la policía local o estatal por cometer delitos no relacionados con inmigración, y que también están en el país ilegalmente.
Reconoció que el programa 'empezó con el pie izquierdo' porque faltó explicación sobre su instrumentación, pero que ahora se enfoca en los extranjeros con antecedentes penales que representan un peligro para la seguridad pública.
'Comunidades Seguras no ha incrementado el número de personas deportadas, sino que ha contribuido a cambiar la composición, ayudando al ICE a aumentar considerablemente el número de criminales sentenciados y de transgresores reincidentes de las leyes de inmigración', puntualizó.
Advirtió que 'lo único que se lograría si se pone fin a este programa sería disminuir la cantidad de actividades de verificación del cumplimiento de la ley'.
'Sólo debilitaría la seguridad pública y haría que el sistema de control de inmigración retroceda al enfoque ad hoc en que los extranjeros no criminales tenían más probabilidad de que los deportaran que los criminales', enfatizó.
Entre las mejoras al programa, citó la capacitación de agentes estatales y locales, y los pasos adicionales para proteger a testigos, víctimas de violencia doméstica y víctimas de otros crímenes violentos.
Napolitano, criticó las 'reacciones incongruentes' desde ambos lados del debate entre los que critican la cifra récord de un millón de deportados durante el gobierno del presidente Barack Obama y los que consideran como 'amnistía' las medidas de alivio para suspender la deportación de personas sin antecedentes penales.
'Estas reacciones incongruentes dejan dos cosas en claro: en primer lugar, no es posible que dos cosas opuestas sean ciertas simultáneamente y, en segundo lugar, es hora de mostrar la realidad de los esfuerzos por velar por el cumplimiento de las leyes de inmigración', manifestó.
Por otro lado, defendió la asignación de recursos sin precedentes al control fronterizo y a una continua reducción histórica de cruces ilegales, y así como un mayor decomiso de contrabando. 'Por tanto, el mito de que la frontera está fuera de control está descartado', afirmó.
Napolitano criticó la falta de acción legislativa sobre una reforma migratoria integral debido a las divisiones partidistas entre los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, y los demócratas, que son mayoría en el Senado.
'El Congreso no ha hecho nada al respecto, y los estados continúan aprobando una variedad de leyes propias en un intento por llenar el vacío', sostuvo la funcionaria sobre medidas estatales antiinmigrantes como la reciente ley HB56 de Alabama.
'Es la posición de este gobierno que el Congreso debe considerar la reforma de la inmigración de una vez por todas. Hemos presentado nuestras ideas y estamos listos a actuar rápida y conjuntamente para respaldar la aprobación de reformas que tengan sentido', recalcó.