Protégete de los 'vampiros emocionales'

En la oscuridad de la noche al caminar rumbo a nuestro auto sentimos que una persona nos acecha. De pronto, sin saber de dónde salió, tenemos enfrente a un hombre alto que nos mira de una manera hipnótica. Su boca entreabierta muestra unos colmillos grandes y blancos. En ese momento sabemos que nuestro fin se aproxima y somos la presa de un vampiro.

Ésta escena de película no es del todo descabellada ya que los vampiros sí existen. Leyó usted bien, los vampiros existen, pero no son como los conocemos en las películas, a los que nosotros nos referimos son a los “chupa” energías también conocidos como “vampiros emocionales”.

Si usted está confundido con el término, los “vampiros emocionales” son aquellas personas que se alimentan de nuestra energía, de acuerdo con psicólogo y consultor empresarial Albert J. Bernstein estos seres suelen adoptar varias máscaras para seducirnos y robarnos energía. “Pueden ser el vecino cálido y cordial de cara a la gente, pero que por detrás propaga rumores; es tu jefe que da discursos sobre la formación y el pensamiento positivo, pero que después amenaza con despedir a sus empleados por errores insignificantes; es tu pariente, que es el más inteligente, pero que es incapaz de mantener un trabajo, o es tu propia pareja, cariñosa un día, y al siguiente fría y distante”, señala Bernstein.

Las también llamadas “personas tóxicas” sólo se interesan por ellos y nos manipulan para siempre estar a su disposición a cualquier hora y en cualquier situación. Nos dejan exhaustos, hartos y enojados después de convivir con ellos, pero al mismo tiempo con un sentimiento de culpa por no poder satisfacerlos plenamente, lo que nos hace caer nuevamente en su juego y volver a prestarles atención, convirtiéndose en un círculo vicioso.

Estos “chupa” energía tienen la habilidad de llegar a disponer de la autonomía de una persona para que haga lo que les plazca, manipulan de manera sicológica a sus amigos, familiares y hasta a sus parejas sentimentales para que permanezcan a su lado o hagan cosas que están en contra de lo que acostumbran.

Además, los “vampiros emocionales” utilizan situaciones o un simple comentario de su víctima para convertirlo en una gran arma para lograr que esa persona esté a su disposición.

Mordida fatal

Tú puedes ser víctima de ellos cualquier día del año y en cualquier lugar, se presentan y llegan a entablar una relación (amistad, amorosa, de trabajo y hasta en el ámbito familiar). Con el paso del tiempo la víctima va perdiendo su propio espíritu deja de hacer lo que le gusta por complacer a su depredador. Sin embargo, es raro que se dé cuenta que ha caído en las garras de un “chupa” energías.

Tras lograr su cometido y descargar a su víctima, el “vampiro emocional” lo deja, termina la relación o simplemente desaparece para ir en busca de otra persona que pueda proveerlo de ‘eso’ que lo mantiene fuerte y con el espíritu lleno de vida “la energía de nuevas personas”. ¿Te suena familiar?

¿Cómo sobrevivir a un ataque?

Los ajos, el agua bendita, las cruces y la estaca clavada en el corazón, no nos ayudarán en este caso, pero sí podemos recurrir a sol. En todas las películas de vampiros estos seres oscuros salen despavoridos pelando los dientes y cubriéndose con la capa al momento de aproximarse la salida del sol, y eso mismo debemos hacer, el primer paso es identificarlos.

Algunas de sus características son:

*Sus necesidades siempre son más importantes que las de los demás. Con esta actitud demuestran su inmadurez al comportarse como niños, y si tus necesidades chocan con las suyas ¡cuidado!.

*Las reglas se aplican a otras personas, no a ellos. Se ofenden si alguien no se comporta como ellos esperan, pero creen que pueden pisotear a todo el mundo.

*Nunca tienen la culpa. Pase lo que pase son las víctimas.

*Quieren las cosas al momento que lo ordenan. No pueden manejar la frustración, en este caso ten cuidado porque atacarán ferozmente.

*Siempre quieren salirse con la suya. Pueden hacer todo un drama si las cosas no salen como ellos quieren porque se sienten acorralados.

Cuidado con el mordisco

El segundo paso es protegernos para que no nos “muerdan” y nos dejen secos de tanto darles. Para esto tienes que estar consciente que estas personas carecen de escrúpulos para aprovecharse de nosotros (obtienen amor, dinero, atención, admiración, etc.) todo con tal de satisfacer sus necesidades. Les falta integridad, ya que tienen muy poca idea de quién o qué son en realidad. Sólo saben qué quieren porque se sienten confusos de su propia identidad. Obtienen poder de los secretos y lo más peligroso si te atacan pueden “infectarte” y convertirte en uno de ellos.

El tercer paso es darnos cuenta si ya somos víctimas de algún vampiro, sólo basta con hacer un recuento diario de nuestras acciones y determinar cuáles son las causas que provocan que estemos agotados sin ningún motivo. Puede ser que estemos tan estresados por complacer a otra persona que nos olvidemos de nuestras necesidades. En ocasiones, esa adicción por dar todo y más de lo que estamos dispuestos a ofrecer envuelve tanto a la víctima de un “vampiro emocional” que pierde su esencia.

Así que la principal recomendación para protegerse de este tipo de personas es tener un autoestima muy estable, estar conscientes de que es lo bueno y conocer nuestras debilidades para bloquearlos.

Cuando una persona percibe que está siendo acosada por uno de estos “chupa” energía debe valerse de sus virtudes para contrarrestar las “malas vibras”.

En pocas palabras la mejor arma para contrarrestarlos es la fe. La fe en nosotros mismos, en nuestros verdaderos amigos y en la familia. Si ya estamos muy débiles para poder enfrentarlos, podemos recurrir a ellos para pedir ayuda. Recuerda que siempre existe una alternativa para poder vencerlos. Ellos te hipnotizan y te hacen creer que no puedes vencerlos, pero como en las películas: estos seres por más poderosos que parezcan son frágiles y el bien siempre triunfará sobre el mal, así que atácalos.

Tipos de “vampiros emocionales”

Según Albert J. Berstein, psicólogo clínico y terapeuta:

• Vampiros antisociales: son ajenos a las reglas sociales y adictos a la excitación. Sólo buscan pasársela bien y una gratificación inmediata de todos sus deseos.

• Vampiros histriónicos: viven para conseguir atención y aprobación. Te llegan a manipular para que los dejes entrar en tu vida; hacen un drama para prometerte grandes beneficios con su compañía; beneficios que nunca tendrás.

• Vampiros narcisistas: Se sienten más inteligentes y con más talento que los demás. Cuando necesiten algo de ti te harán sentir la persona más especial del mundo pero cuando lo consigan no se acordarán ni de tu nombre.

• Vampiros paranoicos: Sienten que todo tiene un porqué y siempre habrá un culpable para todo. Ellos aseguran que las demás personas se niegan a ver lo que ellos ven, pero que a ellos nadie los engaña.