Comercios cerraron y cientos de niños faltaron a clases el miércoles como medidas de protesta de hispanos frente a la nueva ley de Alabama que reprime la inmigración ilegal.
Media docena de plantas avícolas paralizaron y demoraron sus operaciones en el noreste del estado, de gran población hispana.
Decenas de inmigrantes cerraron sus tiendas y negocios, y los empleados de otros establecimientos dijeron que la clientela era muy escasa.
Autoridades escolares reportaron un elevado ausentismo por parte de estudiantes hispanos en el noreste.
Las protestas fueron promovidas en parte por medio de Facebook y otras redes sociales. Los partidarios dijeron que querían poner de manifiesto el peso económico de los hispanos en Alabama y demostrar su solidaridad con ellos contra la ley.
El gobierno del presidente Barack Obama criticó la ley y recurrió a una corte federal de apelaciones para bloquear su puesta en vigencia.