Unos 800 policías preventivos se manifestaron hoy frente a la presidencia municipal, al considerar injusto que se les impida llevar a cabo sus labores de vigilancia o patrullaje en las diversas calles de la ciudad.
Los inconformes marcharon desde el estacionamiento frontal de la Presidencia Municipal hasta el Centro Cívico, en donde el alcalde Benjamín Galván Gómez, junto con el jefe de la Policía Municipal, Alfonso Olvera, los recibieron para escuchar sus peticiones.
El presidente municipal dijo que por indicaciones del gobierno federal y por haber firmado un acuerdo con el gobierno estatal, se determinó que hasta que éstos se inserten en un programa de capacitación y pasen algunos exámenes de confianza y toxicológicos, se podrán reintegrar a sus filas y patrullar.
Los oficiales inconformes aceptaron la respuesta del munícipe, aunque argumentaron que 'era una medida que atentaba contra sus derechos humanos y sus derechos como policías'.
Asimismo, el alcalde informó que esta misma semana a los policías se les aplicaría un examen antidoping y después se les capacitaría en el estado e Chihuahua, a través de un procedimiento que se lleva a nivel federal, lo cual fue aceptado por los preventivos.
La semana pasada, 200 elementos militares se incorporaron a las labores de patrullaje y vigilancia de la ciudad y desde ese día los policías municipales se encuentran concentrados y acuartelados en sus bases.
Durante esa misma semana, a los elementos de la policía municipal se les habían retirado ya sus armas a cargo para revisarlas y someterlas a exámenes de balística.