Protestas. Una joven lleva pintada la bandera siria junto a otras manifestantes vestidas a la manera integrista, durante una protesta contra el presidente Alí Abdullah Saleh, en Saná, Yemen.
Al menos 22 personas murieron ayer en Siria y varias resultaron heridas por disparos de las fuerzas de seguridad en una nueva jornada de protestas contra el régimen de Bashar al Asad, informaron opositores y grupos sirios de derechos humanos.
El Observatorio sirio de Derechos Humanos precisó que cinco civiles y seis desertores del Ejército perdieron la vida en la localidad de Kafarzita, en la provincia central de Hama, en enfrentamientos contra las fuerzas leales al presidente de Siria, Bachar al Asad.
Además, el Observatorio y los opositores Comités de Coordinación Local confirmaron la muerte de siete personas en la provincia central de Homs, tres en los alrededores de Damasco y una en Damasco.
El número de muertos podría aumentar en las próximas horas, afirmó el activista sirio y miembro de los Comités, Hozam Ibrahim.
Según Ibrahim, las víctimas y mayoría de heridos se concentraron en Homs debido a que los miembros de seguridad desplegados en este lugar "no dejan de disparar contra los manifestantes".
En esa y otras zonas como la provincia de Rif Damasco (este) o la ciudad de Latakia (noroeste), miles de sirios tomaron las calles para pedir la caída del régimen del presidente, Bashar al Assad, como viene siendo habitual cada viernes.
En la localidad de Harasta, en los alrededores de Damasco, los grupos opositores denunciaron la presencia de francotiradores apostados en lo alto de los edificios para evitar la salida de manifestantes.
Esa misma situación se vivió en Deir al Zur, en el este del país, donde más de diez tanques militares apoyaron a los miembros de las fuerzas de seguridad y matones del régimen o "shabiha".
Los enfrentamientos entre desertores y fuerzas de seguridad continúan además en la localidad central de Al Rastan, que durante los últimos días ha sido objeto de bombardeos de la aviación militar siria.