En este mes nos despertamos con la noticia en los medios de que una señora llamada Martha Hildebrandt, a quien nunca había oído nombrar -cuando menos en lo que a mí se refiere-, aseguraba que ha encontrado en las obras de su compatriota, el Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, faltas garrafales que atribuyó a la mediocre formación del escritor, naturalmente que sin citar ejemplos de los supuestos errores. Continué leyendo la nota y ella agregaba: "Vargas Llosa es un gran escritor pero tuvo una formación mediocre en escuelitas de Cochabamba (Bolivia) y Piura (Perú)", y concluí que si la envidia fuera tiña, ella estaría tiñosa.
Me llamó la atención la nota, porque, según me enteré Hildebrandt posee una respetada trayectoria en círculos intelectuales de Perú, pero también supe que es fiel seguidora de Fujimori y su grupo, lo cual explica sus diatribas, pero no la justifican. Ahora bien, si ella piensa que solamente quienes han asistido a centros docentes de alcurnia o de prestigio pueden llegar a destacar, ahí sí puedo comentar que está totalmente equivocada. El mundo ha estado lleno de autodidactas exitosos en todos los oficios y actividades.
Como yo jamás había sabido de ella, me permito citar a César Augusto Hildebandt Pérez Treviño, considerado uno de los periodistas más importantes en los últimos treinta años y uno de los de mayor credibilidad en ese país sudamericano, cuyas críticas suelen ser muy certeras, quien comentó al respecto: "Martha Hildebrandt es un carácter embutido en un cactus. Si la inteligencia fuera dinero Martha sería una señora Trump viviendo en Manhattan donde gruñiría en inglés por la pobreza idiomática del Post, pero como la inteligencia sólo sirve para pagar la luz y el teléfono y ser especialista en Bolívar, Martha tuvo que incursionar en política siguiendo el único instinto que jamás le ha fallado: la adicción por el poder y la autoridad. Su inteligencia brilla a los 81 años como si se hubiese conservado en formol. Si la inteligencia fuese capital se trataría de tú a tú con Bill Gates, pero la inteligencia es un don, así como la estupidez un déficit genético. Así es que si la coherencia y los valores fueran también un capital, Martha pediría limosna bajo un puente de la vía expresa".
Es una pena que por cuestiones políticas se pierda toda proporción de las cosas y se hagan críticas tan disparatadas, porque Hildebrandt hizo sus comentarios a raíz de que la hija de Fujimori se está lanzando para candidata presidencial de Perú.
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