Debido al brote de piojos que está afectando a la región causando preocupación a los padres de familia por el contagio que se ha propagado en las escuelas, consideramos que es muy importante que los adultos tengan una idea más clara de qué es esa afección y la manera de evitarla.
La pediculosis es una afección cutánea producida por la infestación de piojos y se localiza fundamentalmente en el cuero cabelludo y en pubis. Los síntomas característicos son: una sensación de cosquilleo como si algo se moviera en el cabello; picazón ocasionada por la reacción alérgica a las picaduras; irritabilidad y lesiones en el cuero cabelludo, ocasionadas al rascarse, las cuales pueden infectarse.
Los piojos se alojan generalmente en el cuero cabelludo, detrás de las orejas y cerca de la línea del cuello en la parte posterior de la nuca. Se sostienen del cabello con garras parecidas a un gancho que tienen en el extremo de las patas. Los piojos de la cabeza rara vez se encuentran en otras partes del cuerpo, las pestañas o las cejas. Existen tres formas: la liendre, la ninfa y el adulto. Las liendres son huevos de piojo, difíciles de ver y fácilmente se confunden con caspa; se encuentran firmemente adheridas a la raíz capilar, su color es amarillo o blanco y requieren una semana para convertirse en piojos. Al salir del huevo se convierten en ninfas, quienes maduran como adultos en aproximadamente 7 días y se alimentan de la sangre de la persona. Como adulto, el piojo tiene el tamaño de una semilla de ajonjolí con 6 patas y de color grisáceo. Las hembras son las que depositan las liendres y son más grandes que los machos. Pueden vivir hasta 30 días en la cabeza de una persona y para sobrevivir deben alimentarse de sangre. Si el piojo cae fuera de la persona, muere en 2 días, aproximadamente.
Contrariamente a lo que se cree, los piojos no saltan ni vuelan, por lo que las formas más comunes de contagio son: Ponerse ropa infectada como sombreros, cachuchas, uniformes, cintas del cabello, etc. Al utilizar peines, cepillos o toallas infectadas, así como utilizar una cama, colchón, ropa, almohada o animal de peluche contaminado.
Por todo lo anterior nos damos cuenta que lo básico es el aseo personal, pero también es importante que no utilicen la ropa de otras personas y si ya tienen el contagio en casa, evitar que la persona infectada duerma con otros miembros de la familia. Acuda al médico o centros de salud para recibir asesoría o medicamentos y polvos que combaten ese padecimiento. No permita que el mal se propague. Actúe.