PREPARATORIA VENUSTIANO CARRANZA
Con motivo del 50 Aniversario de la Generación 1961 de bachilleres de la PVC, sus integrantes organizaron un acto para celebrar el acontecimiento en el antiguo edificio de la PVC, y al Lic. Francisco Revueltas Marín, Bachiller 1961, se le pidió que dijera unas palabras alusivas a los años escolares que tuvieron la dicha de compartir, y que, a pesar del tiempo transcurrido, todos recuerdan con cariño y añoranza como si recién acabaran de pasar. Sus emotivas palabras fueron las siguientes:
"De gente bien nacida es agradecer los beneficios que recibe; cada uno es el artífice de su propia ventura; dad crédito a las obras y no a las palabras... condiscípulos de antaño, enorme regocijo me da volverlos a ver en esta nuestra querida PVC y se me viene a mi mente multitud de citas y anécdotas que quisiera contar, que viví y disfruté con ustedes; sin embargo, me voy a referir sólo a tres importantes momentos:
"Recuerdo y honro sobremanera a quien me trajo a esta noble Institución para cursar mi bachillerato; a quien me animó a formar parte de una comunidad estudiantil que en esos momentos se me hacía enorme, incontrolable y desconocida. Sorprendido fui, al encontrar amigos, jóvenes ilusionados igual que yo, y a maestros prestos a otorgarnos sus conocimientos y comprensión; desde aquí te doy las gracias Enrique Revueltas Marín, hermano mío que ya estás con Dios, te llevo en mi corazón".
"Recuerdo y agradezco infinitamente a alguien, quien sin saberlo, me reconfortaba de la pena de tener a mi padre muy enfermo en el Sanatorio Español, en donde pasaba las noches cuidándolo y por lo tanto no podía regresar a casa a desayunar; asistía a la primera hora de clase y al terminar corría a la cafetería que se localizaba en la parte poniente de la escuela para pedir una "superconstelación con radar y antena" (pan con frijoles, queso y un chile en un palillo), un "escuís" de manzana y un cigarro, todo eso por 95 centavos, lo que para mí menguaba mi tristeza, y llenaba mi barriga. No recuerdo tu nombre, realmente nunca lo supe, sólo que te decíamos Meño; amigo, vaya para ti todo mi cariño y respeto. Los aquí presentes con seguridad que también disfrutaron y recuerdan tus especialidades".
"Asimismo, me congratula referirme a quien aquí nos tiene, alguien que nos pone el ejemplo de amor, entrega y lealtad a la PVC: A ti Chato García Carrillo, que sabes agradecer lo que aquí recibiste, tu nobleza te enaltece; recibe mis respetos y amistad".
"Finalmente, condiscípulos del 61, sigan siendo gente bien nacida que han venido a agradecer los beneficios recibidos de esta gloriosa institución, sigan forjando su propia ventura, dejen huella con hechos, no con simples palabras... ¡Hasta pronto, queridos amigos!".
Esta reunión de exalumnos, después de medio siglo, corrobora que los años estudiantiles dejan honda huella, además de amistades perdurables. Enviamos, a través de esta columna, felicitaciones a toda la Generación 1961 de la PVC.
Por: Coty Guerra