El diario puertorriqueño El Nuevo Día encendió hoy la polémica con un artículo en el que advierte de que Puerto Rico está cerca de ser un "narcoestado" según la definición de la ONU, algo que el Gobierno de la isla desmintió tajantemente.
"Alarma por impacto del narcotráfico", afirma el diario en la portada de su edición impresa de hoy, con el subtítulo: "expertos advierten sobre la necesidad de detener el acercamiento de Puerto Rico a criterios fijados por la ONU para definir un narcopaís".
Según El Nuevo Día, "la situación de violencia social que vive Puerto Rico lo llevaría a estar alineado de alguna manera con 12" de los criterios establecidos por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés) para un "narcopaís".
El diario cita al economista Elías Gutiérrez, quien calcula que el narcotráfico tiene un impacto en la economía de la isla de unos 9.000 millones de dólares anuales, mientras el PIB de Puerto Rico es de unos 46.000 millones de dólares.
Al respecto, el catedrático del Departamento de Economía de la Universidad de Puerto Rico José Alameda señaló hoy a Efe que es factible la cifra de 9.000 millones de dólares -el 20 % del PIB- que algunos de sus colegas apuntan como el peso de la droga en la riqueza de la isla caribeña.
Alameda subrayó además que el narcotráfico "tiende a meterse en el esquema gubernamental", tras apuntar que la localización estratégica de Puerto Rico, como puente entre países productores y receptores de droga, ha contribuido a que ese negocio ilegal florezca en la isla.
Sin embargo, integrantes del gobierno de Puerto Rico, encabezado por el gobernador Luis Fortuño, negaron que el país esté cerca de ser un "narcoestado".
"Para catalogar a Puerto Rico de 'narcoestado' la droga tendría que haber penetrado hasta las más altas instancias gubernamentales, lo que no es el caso", dijo hoy el representante boricua ante el Congreso estadounidense, Pedro Pierluisi.
El secretario de Justicia, Guillermo Somoza, se expresó en parecidos términos y apuntó que es un insulto que se describa a Puerto Rico como un "narcoestado".
Aclaró que eso significaría que la droga habría penetrado en todas las instituciones, después de matizar que no conoce caso alguno en Puerto Rico de juez, fiscal o jefe de agencia gubernamental involucrado en el narcotráfico.
Sin embargo, "El Nuevo Día" recuerda que ya a mediados de la década de los noventa la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Zaida Hernández, señaló la presunta conexión de cuatro miembros de esa cámara con el narcotráfico.
La denuncia fue descartada por el entonces secretario de Justicia, el actual representante ante el Congreso estadounidense, Pedro Pierluisi.
Las fuerzas de seguridad locales también se han visto salpicadas por el narcotráfico, como quedó reflejado en octubre de 2010, cuando la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) llevó a cabo en Puerto Rico la mayor operación de su historia contra la corrupción policial relacionada con el tráfico de drogas.
La operación supuso la detención de 133 personas, entre ellas policías, funcionarios públicos, militares y exoficiales del Ejército, que se dedicaban a dar protección a traficantes de droga durante transacciones ilícitas realizadas en toda la isla.
"El Nuevo Día" asegura que en la isla hay problemas de falta de transparencia en las instituciones, el Estado se ve incapaz de ejercer su autoridad en ciertas áreas, hay una inseguridad creciente, sufre una crisis económica de más de cinco años y varios grupos de narcotraficantes desafían al propio Estado.