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¡Qué bonitas mañanitas!..

Hora cero

ROBERTO 0ROZCO MELO

Qué bonitas mañanitas le trajeron, comadrita!...¡Ay qué flores más hermosas, qué riquísimo bouquet, conservan bien el aroma y no se ajan, ¡viera usted! Y esa caja tan hermosa ¿qué cosas no contendrá? De seguro un regalote que sus hijos mandarán. ¿Y su viejo qué le trajo? ¿Quién fue que en la mera puerta, entonó Las Mañanitas que el rey David ya cantó? ...

A ver comadre la caja: ¿Es acaso un guardajoyas y tendrá dentro un reloj?

¿Un collar de finas piedras? ¿O un colgante lucidor? Cuente, cuente, comadrita, no haga del pecho un cajón, ni se lo guarde en la mente, menos en el corazón. Hable, diga, ya sabemos que el compadre le cantó todas las canciones lindas que en su juventud oyó: aquellas que Pedro Infante con "La Chorreada" entonó...

¡Ay compadre! qué optimista de veras que amaneció. Mejor platíqueme el gallo que le trajo su Señor y díganos las canciones que, en fecha tan señalada, el comercio dedicó por dar un gusto a las madres; dizque en vía compensatoria por tan larga trayectoria de trabajos con que Dios las "bendició".

Y fue así que todo se repitió: madrugar, bañar los críos, encender de amor la flama, hervir temprano el café y calentar el comal; que a todos nos gusta asá, las tortillas que no esperen y el almuerzo sazonado. A su esposo, (mi compadre) bien haría en despertar con gritos y malos tratos (no hay otra forma eficaz) "ya son las siete, ca...rajo, ¿no te vas a levantar?" Date prisa huevonazo que ya es hora de chambear".

Y ella se fue a cocinar un guiso en la cacerola y murmuró "ya cuando sola yo esté iré a ducharme porque al menos por este día ya sudé lo que sudé".

Luego habrá de decidir cuál atuendo se pondrá para ir al centro escolar, a hablar con la directora, y a recibir el reporte de riñas que en mala hora su güerco lo conquistó. (Un reporte de conducta, no malo, pero sí peor.) Castigarlo y perdonarlo, ¿qué más podríamos hacer? Luego volver a la casa, y organizar el trabajo y salir hecho el carajo por hijos propios y ajenos: los habremos de atender. Y a cumplir las comisiones que nos endilga la escuela y así las congregaciones de nuestra querida Iglesia. De esta manera discurre el quehacer con que ya honramos a nuestras madres queridas desde muy temprano el día: con los niños, con la escuela y el partido a luchar, porque a nuestro candidato al triunfo hemos de llevar. Y para eso ¿queda tiempo? Yo digo que no hay lugar, pero después me conformo: las madres hacen de todo menos ir a descansar.

Ya no miran las novelas. Todo se les va en 'chatear' con la mamás, con la suegra, con las amigas y el mar de contactos nuevos que aparecen en e-mail, en el 'gogle, en el twitle y el chismoso wuikiliqui' que goza ajeno acaecer y todos perdemos tiempo, mas de pronto ¡ah qué caray! es la hora en que los cuates suelen llegar a cenar y a ver el futbol caliente y taquear, taquear, taquear. En la tele y en los campos todo es uno cuando empieza. "Me canso nomás de ver, lo mucho que debo hacer" dice la santa comadre; mi marido hasta la madre de tequila y de mezcal, y él se levanta, y sorprende lo que escucha muy clarito en sus orejas la dama: "Tómate una pastillita de ésas para no encargar". Estáte ya condenado, contesta la ama de casa, van a venir los compadres y algo habrás de preparar. Ya no duermas, desgraciado, No durmamos dijo la otra; para poder disfrutar hoy que es el día de la madre, las hemos de festejar.

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