El decomiso de 15.3 millones de dólares en efectivo realizado la semana pasada por el Ejército Mexicano en Tijuana, puso de nuevo el dedo en la llaga:
¿Qué hacer con el tráfico de drogas? ¿Escuchar a las voces que claman por su legalización? ¿Reforzar su combate con la esperanza de exterminarlo algún día? ¿Atenderlo como un asunto de salud y no de carácter policiaco? ¿Aplicar una combinación de las anteriores alternativas?
Mientras las autoridades y la sociedad se ponen de acuerdo al respecto, el narcotráfico avanza inexorablemente en México y las pruebas están a la vista:
1) Joaquín "El Chapo" Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, encabeza la lista del FBI como el criminal más buscado, además la revista Forbes lo ubicó en el lugar 55 de la lista de hombres más poderosos del mundo con una fortuna estimada en mil millones de dólares.
2) Eric Olson del Instituto México en el Centro Woodrow Wilson en Washington, calcula entre 7 y 9 mil millones de dólares el valor anual de las exportaciones de droga de México a Estados Unidos. Si agregamos las ventas domésticas podríamos hablar de 10 a 12 mil millones de dólares, una cantidad similar a las divisas que ingresan al país por la actividad turística.
3) Este año se han detectado en la frontera de Baja California siete narcotúneles para el trasiego de droga a California, el año pasado se localizaron cinco más y otros seis en 2009. Esto indica que nada detiene a la droga y sólo Dios sabe cuántos pasadizos más habrá a lo largo de la frontera de 3,141 kilómetros entre México y Estados Unidos.
4) La incautación de 15.3 millones de dólares en efectivo es la tercera en importancia del actual sexenio. En septiembre de 2008 se requisaron 26 millones de dólares en Culiacán, Sinaloa, mientras que en marzo de 2007 se registró el histórico decomiso de 205 millones de dólares en la residencia del empresario de origen chino Zhenli Ye Gon, en la ciudad de México. ¿Cuánto dinero sucio correrá día tras día a lo largo y ancho de la República Mexicana?
5) Las 40 mil o más muertes contabilizadas a lo largo del régimen de Felipe Calderón, producto de las guerras del narco, evidencian la dimensión, peligrosidad y el crecimiento de este negocio que a querer o no México ya lo encabeza a nivel internacional.
Antes fueron los europeos, los asiáticos, después los sudamericanos liderados por Colombia, pero hoy en día son los cárteles mexicanos quienes controlan la producción, venta y distribución de las principales drogas en el mercado como son la marihuana, cocaína y las derivadas de la anfetaminas.
En la frontera México-Estados Unidos el tema es cada vez más complicado de manejar por todas sus ramificaciones como son el tráfico de armas, de seres humanos, de vehículos y de dinero en efectivo.
La requisa de 15.3 millones de dólares en Tijuana impactó con fuerza en California al evidenciar que el negocio de la droga existe principalmente por la gran demanda norteamericana y no porque malosos mexicanos la crucen y la distribuyan en la frontera.
Por cierto las autoridades federales recientemente ordenaron el cierre de unos mil dispensarios médicos que venden marihuana en California con supuesta receta médica y que operaban amparados en una proposición estatal que fue votada y aprobada hace quince años.
Esta clausura masiva hará más riesgosa la venta de marihuana, pero a la vez más atractiva para los cárteles mexicanos toda vez que los precios se dispararán de un momento a otro.
Acciones más efectivas y estratégicas contra el narcotráfico son urgentes en ambos lados de la frontera, es tiempo de tomar el toro por los cuernos antes que los cárteles asuman el poder y el control de nuestros países.
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