¿Quién es esa frente al espejo?

Después del parto el cuerpo nunca vuelve a ser igual… no te desanimes, ¡puede ser mejor!

Durante el embarazo el cuerpo sufre modificaciones importantes a nivel físico y hormonal. Los cambios físicos son los que preocupan más a la mujer, pues van desde apariciones de manchas en la cara, presencia de acné, estrías, aumento de peso, entre otras cosas.

Los cambios no son agradables, pero sí necesarios e inevitables. Muchos de ellos, desaparecen después de dar a luz, sin embargo, durante el periodo de gestación, es menester ayudar a nuestro cuerpo a recuperar su figura después del parto.

El embarazo es el periodo ideal para consentirte, la clave está en no excederte. Puedes aprender a amar a tu cuerpo y cuidarlo más porque de esta manera cuidas el producto que está creciendo en él. Lograrlo es fácil. Lo elemental es ponerte en manos de un especialista, un ginecólogo para que vigile el desarrollo del bebé, pero además, te recomendará una dieta sana que te permitirá subir únicamente los kilos necesarios –de 10 a 15-.

Algunas mujeres durante el periodo de gestación eliminan los alimentos chatarra y el consumo de bebidas gaseosas, lo que ayuda a mejorar la apariencia de la piel. Después del parto, habiendo eliminado estos hábitos, continúan sin vicios o los reducen y eso es ayuda a mantener una apariencia saludable, mejor incluso que la que tenían antes de embarazo.

Hay que entender que cada cuerpo es diferente, pero a todos les beneficia mantener una dieta sana y balanceada, acompañada de actividad física para recuperar tu figura de una manera más rápida.

Después del parto la lactancia, además de brindar las defensas necesarias a el recién nacido, ayuda a la madre a recuperar su peso, debido a que la producción de leche exige la utilización de las reservas de grasas almacenadas durante el embarazo.

Durante el periodo de lactancia no es recomendable realizar dietas especiales, mientras que las rutinas de ejercicio pueden comenzar a finalizar la cuarentena, pero debe ser el especialista quien dé luz verde para que la madre comience con ellas, pues esto dependerá del desarrollo del embarazo y el parto.

Cambios en la piel

Otra de los aspectos que preocupa a la futura mamá es la flacidez, después de todo el vientre sufrió un estiramiento inusual durante nueve meses. Por fortuna actualmente existen diversos productos que ayudan a reafirmar la piel, estos productos combinados con ejercicio diario y una dieta sana, te ayudarán a mejorar tu piel.

La higiene y los cuidados de la piel son muy importantes para evitar la aparición de estrías, manchas en la cara –cloasma- o acné.

Las estrías aparecen generalmente en la zona del abdomen, senos y glúteos, la piel se abre al romperse las fibras elásticas que contiene. Para prevenir su aparición es necesario evitar el aumento excesivo de peso e hidratar constantemente la piel. Usar aceites en lugar de jabón, como el de coco, almendras u oliva o aceites esenciales como el de cedrón, alcanfor, pino o lanolina en el agua del baño mejorará tu piel.

Suplir tu jabón de costumbre por geles o jabones neutros evitará la resequedad en tu piel.

Si durante el embarazo sufres de acné, pero las erupciones son leves, con limpiezas faciales diarias tu apariencia mejorará. Si son abundantes, es recomendable que visites a un especialista.

El melasma o cloasma, conocido mejor como paño, es asociado al aumento del nivel de estrógenos, y su apariencia empeora con la exposición al sol. Por lo que evitarlo, sería la mejor opción, pero si inevitablemente te tienes que exponer diariamente a los rayos del sol, utiliza productos de protección solar. El paño suele desaparecer después del parto, si no lo hace es recomendable acudir con un dermatólogo.

Después del parto, tal vez tu cuerpo no vuelva a ser igual, pero dependen de ti si mejora.