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Quítate un peso de encima

BELLEZA

La mayoría de los hombres considera una locura que una mujer desee disminuir la medida de sus senos, pero es porque no tiene idea de lo que es cargar entre tres y seis kilos en el pecho.

La mayoría de los hombres considera una locura que una mujer desee disminuir la medida de sus senos, pero es porque no tiene idea de lo que es cargar entre tres y seis kilos en el pecho.

Por: Dra. Mayela Villarreal Reyes

Lejos de apreciar si existe un equilibrio en el cuerpo, la opinión popular contempla los senos de gran tamaño como algo atractivo, por ello los hombres los admiran y muchas mujeres los envidian. Pero quien vive con un enorme busto natural sabe que lejos de ser una ventaja, significa una pesada carga.

En la figura femenina no hay nada más hermoso que el equilibrio y la armonía en las formas. Por el contrario, si éstas son desproporcionadas la silueta se puede transformar en algo burdo. Un caso común de lo anterior es cuando el busto es tan abundante que se desborda de cualquier escote, llamando la atención no sólo de los caballeros sino de la propia columna vertebral, la cual grita de dolor por tan tremenda carga.

Los senos empiezan a desarrollarse entre los 10 y 12 años por causa de las hormonas, las cuales trabajan intensivamente a esta edad. Su tamaño lo determina la constitución de cada persona; la herencia juega aquí un papel importante, pues aunque no es regla general sí es habitual que las dimensiones de esta zona corporal sean similares entre las mujeres de una misma familia. En cuanto a la consistencia, ésta será dura si predomina el tejido conjuntivo; mientras más blanda sea, se debe a que predomina la presencia del tejido graso. En cualquier caso un busto grande suele lucir ‘caído’ desde temprana edad.

Entre las desventajas estéticas de tener enormes pechos se encuentra la dificultad para encontrar un brasier que sea a la vez lindo y cómodo, o blusas o vestidos que no parezcan ‘a punto de estallar’, por no hablar de la imposibilidad de lucir un escote sin atraer exageradamente las miradas -e incluso con el riesgo de proyectar una imagen vulgar.

Desde luego, las molestias físicas son las que más pesan en estas circunstancias pues además del citado dolor de espalda también se presenta malestar en cuello y hombros. Igualmente, a quienes tienen exuberantes ‘bubis’ les resulta incómodo realizar ciertos ejercicios o dormir boca abajo, entre otras actividades. Es asimismo común que haya una pesadumbre emocional provocada por la autoestima afectada al no haber conformidad con la apariencia que se tiene, tolerar miradas impertinentes e incluso aguantar la imposición de sobrenombres burlones.

Afortunadamente existen algunas alternativas que permiten a las féminas ‘quitarse este peso de encima’. Una que cada vez cobra mayor popularidad es la opción quirúrgica.

ADIÓS AL ‘EQUIPAJE’ EXCESIVO

La intervención estética para la corrección del pecho recibe el nombre de mamoplastia, tanto para aumento como para disminución. En definitiva la que más se solicita es la de engrandecimiento, ya que estadísticamente hay más mujeres de busto regular o pequeño que desean más volumen en esta parte de su cuerpo. Ambas operaciones deben ser realizadas exclusivamente por un cirujano plástico certificado.

Realizar una reducción de mamas es bastante más complejo que incrementar su talla. Existen diversas técnicas, pero todas ellas se basan en la extirpación del exceso de la glándula mamaria en su mitad inferior, su remodelación, la ascensión de la areola -círculo que rodea al pezón- a su posición definitiva, y el ajuste de la piel al nuevo seno.

Como consecuencia de llevarse a cabo una extracción de grasa y de glándula se ‘crea’ un sobrante de piel que es preciso cortar y coser, lo cual implica que quede una cicatriz alrededor de la areola, una más desde ahí hacia la base del pecho y una última horizontal debajo de éste. Esas cicatrices formarán una T invertida y serán permanentes. Es justo mencionar que el aspecto de dichas marcas puede ser mayor o menor dependiendo de la cantidad de tejido a extirpar y de la técnica elegida, y que desde luego un buen especialista hará lo posible porque su presencia sea lo menos notoria posible.

TÓMALO EN CUENTA

La mamoplastia de reducción requiere anestesia total y reposo entre cinco y seis días, así como el uso de vendajes y un brasier especial durante algunos meses posteriores a la intervención. Usualmente pasarán de seis meses a un año para que las cicatrices sean menos visibles -pero hay que reiterar que no desaparecerán. La excepción se daría en quienes padecen la llamada cicatrización queloide -cuando las marcas se ‘botan’ hacia fuera-, por lo que la paciente debe conocer con certeza el proceso curativo de su piel antes de someterse a esta operación.

Asimismo, quienes tengan pensado embarazarse y deseen amamantar a su hijo precisan plantear esta cuestión a su cirujano, pues en numerosos casos la capacidad para la lactancia se vuelve menor y en algunos incluso se imposibilita.

El costo de la cirugía varía de acuerdo a los honorarios de médico que la realice, pero en nuestro país el promedio ronda el equivalente a los 5,000 dólares; con frecuencia quienes se someten a ella afirman que el precio es mínimo si se compara con los beneficios que les brinda deshacerse de la carga física y emocional.

OTRAS ALTERNATIVAS

Además de la mamoplastia existen algunas opciones no quirúrgicas para quienes tienen senos grandes. Uno de ellos es la aplicación de un wrap (material envolvente) especial con mascarillas reafirmantes. Este tratamiento puede dar buenos resultados si la magnitud del pecho se debe a una superabundancia de grasa, pero no remedia nada si lo desproporcionado es la glándula mamaria. Un médico puede orientarte para diferenciarlo.

Otros consejos que puedes tomar en cuenta son:

-Elige un brasier adecuado al tamaño y forma de tu busto, con soporte cruzado en la espalda para ayudarte a mantenerla recta y sobrellevar el peso. No compres ‘bras’ más pequeños, lejos de disimular tu talla te verás ‘desbordada’. Tampoco adquieras sujetadores muy holgados, deforman tu aspecto.

-Al realizar ejercicio usa siempre un sostén adecuado para deporte y evita el movimiento excesivo.

-Dile no a los atuendos flojos, la ropa estampada o con lentejuelas, las prendas stretch, los cuellos cerrados y los escotes cuadrados

-Dile sí a los escotes redondos o en V -pero ojo con su profundidad-, los collares y aretes finos y delicados.

¡TÚ DECIDES!

La mayoría de los hombres considera una locura que una mujer desee disminuir la medida de sus senos, pero es porque no tiene idea de lo que es cargar entre tres y seis kilos en el pecho, sin soporte alguno. Solamente quien lo vive sabe todo lo que implica, por eso la decisión es personal; ya conoces las opciones, ¡elige pensando en tu bienestar!

Correo-e: dramayela@hotmail.com

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