Visita histórica. Un adulto mayor de Puerto Rico sostiene la bandera estadounidense en la visita de Obama. Asegura que también estuvo en la última visita que hizo John F. Kennedy en 1961.
En un acto de cortejo hacia los electores hispanos en Estados Unidos, el presidente Barack Obama cumplió la promesa hecha en campaña de ser el primer mandatario desde John F. Kennedy que realizaría una visita oficial a Puerto Rico, territorio estadounidense asolado por la recesión.
"Las aspiraciones y las luchas en esta isla reflejan las de todo Estados Unidos", declaró Obama en San Juan.
Pese a un calor abrasador, miles de personas se congregaron en los caminos principales y enarbolaron banderas para observar el paso de la caravana de Obama. Una pancarta enorme cubría los ochos pisos de un edificio con imágenes de Obama y Kennedy. "Estamos orgullosos de ser parte de la historia", expresó.
Los puertorriqueños representan una parte importante de la cada vez mayor población hispana en Estados Unidos, que ahora llega a 50 millones de personas y que Obama desea movilizar en su campaña por la reelección en 2012. Aunque estuvo apenas unas horas en la isla, la visita fue concebida para impulsar la presencia del mandatario y generar un buen ánimo en un territorio conocido como un destino de vacaciones, que sin embargo por lo general pasa desapercibido en Estados Unidos.
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero no pueden votar en las elecciones presidenciales -sólo en los comicios primarios_, uno de muchos factores que suscita en algunos boricuas la sensación de que son ciudadanos de segunda clase.
Estados Unidos se apoderó de Puerto Rico en 1898 como botín de la guerra hispanoamericana en la que derrotó a España. Instaló un régimen militar hasta 1902, luego un gobierno civil controlado desde Washington, y en 1952 el Congreso estadounidense le otorgó la condición de Estado Libre Asociado.
El acercamiento de Obama a los puertorriqueños forma parte de una acción más amplia para cortejar a los hispanos, que representan más de la mitad del aumento de la población estadounidense en la década anterior. Los sondeos nacionales a boca de urna mostraron que el 67% de los latinos votó por Obama en el 2008, contra el 31% en favor del candidato republicano, el senador John McCain.
Pero algunos hispanos se han desilusionado de Obama por el incumplimiento de la promesa de lograr una reforma integral en la inmigración.
Obama, que visitó Puerto Rico como candidato en mayo de 2008, se esforzó por hacerles saber a sus interlocutores boricuas que no serían olvidados por su gobierno.
En un acto efectuado a su llegada al aeropuerto de San Juan, Obama se refirió de inmediato al debate que ha durado décadas sobre la categoría de la isla, aspecto en torno al cual algunos pugnan por que se le considere Estado pleno de Estados Unidos y otros plantean incluso la independencia.
El presidente reiteró su apoyo a la realización de un referendo en que los electores de la isla resuelvan el asunto por ellos mismos y suscitó aplausos y vivas al declarar: "Cuando el pueblo de Puerto Rico tome una decisión clara, mi gobierno estará a su lado".
Esas palabras podrían resonar no sólo en Puerto Rico, sino también entre los millones de electores puertorriqueños que viven en el territorio continental de Estados Unidos, incluidos los más de 800,000 radicados en Florida, un distrito electoral políticamente importante, y donde Obama pernoctó el lunes antes de emprender el martes por la mañana el viaje por avión a la isla.
Unos 4.6 millones de puertorriqueños viven en el territorio de Estados Unidos.