MÉXICO, DF.- Todos debemos haber escuchado discursos de expertos, pedidos de clientes y filosofías de compañías que enarbolan la bandera de la innovación. ¡Queremos motivar la creatividad! ¡Alentamos el riesgo para buscar nuevas ideas! ¡Necesitamos encontrar nuevas soluciones! Motivadores y retadores pedidos que coinciden con el inspirador pensamiento que Apple promueve hace décadas con su "Piensa diferente".
No dudo que muchos de éstos son compromisos reales, pero la mayoría se queda en discursos y no crea las verdaderas condiciones para innovar. Al final, demuestran ser sólo eso, discursos.
¿Pero por qué este pensamiento, que ha sido fundamental para que nuestra humanidad avance, termina cayendo en un precipicio?
PORQUE NO ES FÁCIL
Innovar implica entrar en territorios que nadie ha caminado y, por ende, no es 100% seguro. Implica dar luz verde cuando no se tiene todas las respuestas, no tener la tranquilidad de fórmulas probadas y, sobre todo, promover una regla muy difícil de incorporar en cualquier compañía: fallar y equivocarse es bueno.
Recuerdo la historia del famoso jugador de béisbol Babe Ruth. Todos conocían su récord de home runs (bateadas que salieron fuera del campo, máxima jugada en este deporte) , pero no todos sabían que también tenía el récord de strike outs (falladas al intentar batear).