Todo un reto. Sean Penn, actual novio de Scarlett Johansson da vida a un rockero en decadencia.
CANNES, FRANCIA.- Sean Penn es un actor que recibe 40 guiones diarios. Y casi todos los rechaza...
Con camiseta negra y jeans, Sean Penn llega a la entrevista en la ciudad francesa de Cannes donde presentó la película This must be the Place.
Ahí, su personaje es Cheyenne, una estrella de rock deprimida que a sus 50 quiere recuperar su identidad perdida.
Sin dejar de fumar un solo momento, y en un gran salón del Hotel Carlton, Penn habla acerca de la aventura de interpretar a un personaje tan particular como Cheyenne, así como de sus últimas batallas como actor, sus planes como director y, por supuesto, sus próximos proyectos, entre los que destaca una película en Afganistán.
ALABADO Y CRITICADO
Penn es un hombre que lidia con una fama peculiar. No sólo es conocido por sus películas o su vida social en Hollywood, sino también por su activismo humanitario, el más reciente durante el terremoto de Haití. Por eso mismo a veces es duramente criticado.
Curiosamente, de eso trata esta película que presentó en Cannes. Al ver a una estrella de rock hundida en la monotonía, surge la pregunta de cómo influye la fama en la personalidad de alguien a lo largo de los años, algo de lo cual, Sean sabe mucho.
"Ésta es la gran pregunta que quizá todo actor debe hacerse, ¿cómo era yo antes de ser una celebridad? Pues es cierto que al hacerte famoso te vas construyendo una personalidad que te fuerza a irte metiendo en la piel de un personaje. Por ello, esa búsqueda de la identidad es tan importante en el caso de Cheyenne y en general, de cualquier persona", contó.
Hablando de Cheyenne, el actor tampoco dudó en explicar cómo, aunque su proceso actoral es muy intenso, algo que ha aprendido con el tiempo es a no quedarse con sus personajes. "Es importante aprender a interpretar un personaje y a volver a ti fácilmente. Es un ejercicio constante".
LA FAMA YA NO ES GLAMOROSA Y, si algo deja muy claro su personaje Cheyenne, es que ser una celebridad, pese a todo lo que uno imaginaría, es algo muy aburrido. "La verdad es que sólo el hecho de pensar que una persona tiene que trabajar para sobrevivir es horrible. Pero si te gusta lo que haces, todo se vuelve más fácil.
Con respecto a su faceta como director, y si tras la inquietante cinta Into the Wild le gustaría volverse a poner detrás de cámaras pronto. "Es muy difícil encontrar buenas historias y que merezcan la pena ser contadas. Además, hay que tener mucha energía para la búsqueda del dinero y todo el proceso de la preproducción, el rodaje".
Lo que sí es seguro es que pronto rodará una nueva película cuya historia se desarrollará en Afganistán y que será la ópera prima del director danés Niels Arden Oplev. Llevará por título The last Photograph y también estará Christian Bale.
