No paran la represión en Yemen. Un yemení besa el cadáver de su hermano asesinado por las fuerzas de seguridad leales al presidente Alí Abdalá Saleh durante una protesta en Saná, Yemen.
Las fuerzas revolucionarias celebraron ayer la captura de uno de los bastiones de Moamar Gadafi y cercaron los últimos reductos de combatientes leales al antiguo régimen en Sirte, por lo que la victoria a sus ocho meses de levantamiento está a sólo unas cuadras de distancia.
La secretaria de Estado norteamericana Hillary Rodham Clinton ofreció millones de dólares en nueva asistencia a Libia, y exhortó al nuevo liderazgo del país a comprometerse con un futuro democrático sin ánimos de venganza.
"Estoy orgullosa de estar aquí en una Libia libre", dijo Clinton durante su visita a la capital, Trípoli. "Estados Unidos estuvo orgulloso de apoyarlos en su lucha por la libertad y seguiremos estando a su lado en esta jornada".
Aunque han pasado dos meses desde que Gadafi huyó de la capital, los nuevos líderes de Libia se han abstenido de declarar la "liberación" nacional hasta la caída de Sirte, la ciudad natal de Gadafi que el exmandatario transformó de un poblado pesquero en una ciudad moderna después que tomó el poder en 1969.
Las fuerzas revolucionarias avanzaron hacia un reducto de la ciudad que estaba bajo el control de leales a Gadafi y capturaron un mercado de vegetales, aunque fueron atacados con rifles de precisión y granadas propulsadas por cohetes.
Abdul-Hadi Alí, un combatiente de las fuerzas revolucionarias, dijo que la batalla de Sirte, ubicada a unos 400 kilómetros al sureste de Trípoli, prácticamente había terminado y que regresaría a su hogar en Bengasi."Creo que tienen mucha munición, pero nuestros combatientes dispararán cohetes y acabarán con ella, y quizá mañana sea liberada, y empezaremos a buscar a Gadafi", dijo.
En una aparente advertencia de que Gadafi podría amenazar al nuevo liderazgo si continúa prófugo, Clinton dijo en términos inusualmente contundentes que Estados Unidos quiere ver a Gadafi "muerto o capturado pronto para que no tengan que temerle nunca más".
Hasta ahora Estados Unidos solía evitar decir que Gadafi debería morir.
Los comandantes de la OTAN han expresado su sorpresa por la tenacidad de los combatientes leales a Gadafi, quienes continúan resistiendo el avance de los revolucionarios a pesar del colapso del régimen y la desaparición de su excéntrico líder.
El paradero de dos de los hijos de Gadafi también sigue siendo desconocido, aunque los comandantes han dicho que creen que Muatassim y Seif al-Islam se esconden en Sirte y Bani Walid, respectivamente.
Efe