L A política es la única ciencia donde hacer dos veces lo mismo no provoca los mismos resultados. Por eso no es ciencia. La política es mucho más un tema de intuición, de olfato y de sentido común.
Felipe Calderón ganó la interna del PAN porque adelantó su destape. Sí y no. En efecto sí la ganó, pero no podemos decir que ese haya sido el único factor que decisión la candidatura. Felipe tenía una gran arraigo en el PAN, cosa que sus contendientes no tenían; Calderón unificó a todas la fuerza panistas enojadas con Fox y, finalmente, tuvo a grandes operadores electorales en su campaña interna. El destape anticipado terminó siendo un gran activo, pero porque Fox se equivocó y lo hecho del gabinete convirtiéndolo en víctima y en el candidato rebelde, lo que a los panistas les encanta.
El destape anticipado de Ernesto Cordero no va a dar, ni de lejos, los mismos resultados. A diferencia de Calderón, que nunca fue el candidato del presidente, éste aparece rodeado y apoyado por la nómina. Calderón era el niño terrible del PAN, la eterna joven promesa del partido que lo había dirigido y sacado adelante en momentos complejos. Cordero depende de las redes de Calderón. Quizá la única diferencia que juega a favor de Cordero es que Fox nunca tuvo la estructura del partido, mientras que Felipe nunca la ha soltado.
Como sea el mensaje al interior del PAN es pésimo. Si efectivamente Cordero es al candidato único e irrevocable del presidente, con este acto lo único que van a logar es que los otros que se sentían candidatos del presidente, en concreto Josefina Vázquez Mota y Alonso Lujambio, pacten de inmediato con los candidatos de fuera de la estructura calderonista. Ninguno de ellos puede ya bajarse del tobogán. Una vez arriba y sin posibilidades de ganar, la pregunta es cómo llego al suelo con los menos daños posibles y con chamba para mí y mis cercanos. Este desplegado va a provocar alianzas insospechadas y acomodos insólitos.
Pero la pregunta central es qué ganó Ernesto Cordero con el destape anticipado. Salvo las ocho columnas de El Universal del jueves, nada. Peor aún, haber sacado la cabeza obligará a todos los actores políticos del mismo PAN y de la oposición a tomar distancia frente al candidato. Los actores le van a pegar con tubo, porque es el candidato de Calderón y los diputados lo van a golpear cual pera de gimnasio.
La decisión es tan ilógica y tan falta de olfato y talento político que no queda sino preguntarse si no se trata de lo que en béisbol se llama un elevado de sacrificio, una jugada de autoinmolación para que los demás avancen. Si no fuera porque hemos visto operar al secretario Cordero en su paso por las diversas carteras de gabinete, en una de ésas hasta les dábamos el beneficio de la duda. ¿El Cordero se inmoló o se equivocó? Ya veremos que tan buena resultó la receta.