El cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, minimizó hoy las aseveraciones del escritor Mario Vargas Llosa, que lo definió como el representante de la peor tradición de la Iglesia, la autoritaria y oscurantista.
'Yo pienso que cada uno está en su lugar. Yo soy el cardenal y el arzobispo de Lima, él es un premio Nobel de Literatura. Si salimos de nuestro sitio, nos equivocamos', indicó Cipriani al evitar atizar la polémica con el Nobel de Literatura 2010.
Cipriani dijo: 'El (Mario Vargas Llosa) dice que no es creyente y me parece que eso ya es suficiente (para no responder abiertamente a las críticas)'.
El autor de 'La fiesta del chivo' cuestionó un artículo publicado por Cipriani titulado 'Los irrenunciables derechos humanos', en el cual, según afirma, 'justifica todas las críticas que en nombre de la democracia y los derechos humanos recibe con frecuencia'.
Según Cipriani esas críticas provienen de los sectores católicos más liberales.
Vargas Llosa, por su parte, arremetió y dijo que Cipriani desmiente, en su escrito, que 'durante la dictadura hubiera guardado silencio frente a uno de los crímenes colectivos más abyectos cometidos por Fujimori y sus cómplices: la esterilización de 300 mil campesinas'.
'El Cardenal no suele ser tan discreto cuando se trata de protestar contra los preservativos y no se diga el aborto, o, para el caso, contra quienes en esta segunda vuelta de las elecciones peruanas apoyamos a Ollanta Humala', le reprochó el escritor al cardenal.
'Por ejemplo, por haberlo hecho yo (promovido la candidatura de Humala a la presidencia de la República), me ha amonestado de manera estentórea y nada menos que desde el púlpito de la Catedral de Lima, durante un oficio', indicó Vargas Llosa.
Pero el cardenal guardó una discreta distancia de las críticas y dijo que no había más que comentar en torno al escrito de Vargas Llosa.