La Alta Comisionada en Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Navanethem Pillay, reconoció la labor del Gobierno del Distrito Federal por la elaboración del Programa de Derechos Humanos que, dijo, es "único por muestra que la evaluación y planeación deben ser acompañados de la voluntad política para avanzar".
Durante la instalación del Consejo Seguimiento y Evaluación del Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal, la diplomática aseguró que no conoce otro esfuerzo similar al de la Ciudad de México en el que tantas personas tengan un consenso y trabajen por una meta común y puedan traducir el esfuerzo en productos tangibles, diseñados para mejorar las condiciones de derechos humanos en la ciudad.
Frente al jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, Pillay dijo que el programa de derechos Humanos del DF se pone como ejemplo en las oficinas de la ONU en otras ciudades y países del mundo, como Corea del sur, Argentina, Colombia, Brasil y Perú.
En su oportunidad, el mandatario local agradeció la ayuda de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, así como de la Asamblea Legislativa del DF, el Tribunal Superior de Justicia local y las 16 delegaciones para lograr la instalación del Consejo de Seguimiento y Evaluación.
Aseguró que este paso "es la institucionalización a largo plazo para poner a los derechos humanos en el centro de las políticas públicas de la ciudad".
Ebrard Casaubón comentó que "toda la filosofía que anima este programa es exactamente la que ha defendido la Alta Comisionada de la ONU, que esencialmente es el respeto a las libertades, la expansión de los derechos sociales, la no discriminación y el acceso al bienestar social y la prosperidad, que son la base para construir la seguridad de todos".
El ombusman capitalino Luis González Placencia reconoció los avances en la materia que se han logrado con los programas, sin embargo, dijo que se debe trabajar para lograr ponerlos en práctica.
Mientras se realizaba la instalación de este consejo, integrantes del Frente Amplio contra la Supervía continuaban con su manifestación que acusaba a Ebrard de violar los derechos humanos y ambientales de los capitalinos.
