Grandes instalaciones. En el antiguo edificio de la estación Indianilla, hoy en día alberga los talleres de serigrafía y grabado de jóvenes egresados de la escuela de artes plásticas 'La Esmeralda'.
Un mundo delirante, caótico y fantástico fue observado anoche durante la apertura de la exposición 'Parafrenia', que reunió la obra de 18 alumnos de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado (ENPEG) 'La Esmeralda'.
La muestra, que incluye artes visuales, intervenciones y performance, sólo se pudo admirar la víspera, y tuvo lugar en la que fue, según el cronista Edgar Tavares, la casa de la célebre 'Guera' Rodríguez, amante de Agustín de Iturbide, en el Centro Histórico de esta ciudad.
Dicha exhibición, que albergó por una noche obras de Enrique Lanz, Apolo Cacho, Adriana García y Joaquín Flores, entre otros, surgió a partir del estudio de algunas de las obras del filósofo francés Gilles Deleuze (1925-1995), y giró en torno a la locura en la sociedad.
La curaduría corrió a cargo de los estudiantes Daniela Gil Esteva, Leticia Cordero Mote y Laos, supervisados por la maestra Young Sun Kim, quien también participó la víspera con su proyecto 'Miradas', que se compone de dos cuadros que recuerdan el Surrealismo.
Daniela Gil comentó a Notimex que el proceso de selección de los 18 artistas que participaron en 'Parafrenia' (que es una enfermedad semejante a la esquizofrenia, acompañada de alucinaciones crónicas que no debilitan el intelecto ni evolucionan hacia la locura) fue de manera intuitiva.
Comentó que su proyecto, 'Uncertain Nervous System', hace referencia al concepto de 'Rizoma' de Deleuze, sobre la nulidad de la conciencia, en el cual colocó retratos de personalidades como Edgar Allan Poe y el químico suizo Albert Hofmann, al lado de asesinos seriales y 'El caníbal' de Rotemburgo, para dar a entender que la locura puede llegar a dos extremos distintos.
Por su parte, Laos abordó en su obra 'Duelo', la etapa dolorosa que comprende la pérdida de un ser amado, 'pues en algunos casos la muerte de alguien altera la psique', comentó el joven creador.
'Duelo' se constituye por una esvástica de flores blancas, rodeada de globos y una ventana al fondo en donde se puede leer al revés 'Siempre vendrán mejores tiempos, pero se irán tan rápido como llegaron', la cual fue concebida para su destrucción, como todo ciclo en la naturaleza.
Leticia Cordero pudo interactuar con los asistentes a través de su obra 'Continuo electroencefalogrómico', que consistió en una serie de monitores dispuestos a lo largo de un cuarto de baño, en donde también se podían escuchar diversas piezas sonoras.
Según la creadora de este trabajo, la idea fue 'que se situara en el baño, para permitir que las personas se puedan encerrar en ella y pudieran sentir todo lo que les puede transmitir esta instalación', en la cual aplicó la técnica de 'stop motion' para coordinar las crestas y los valles de los electroencefalogramas con la música.
La constante de la obra
A su vez, Sofía Cruz participó en la muestra con una intervención de fragmentos de escritos de personas cercanas a la locura, los cuales fueron pegados en diversos sitios del recinto, y también realizó un tríptico de pinturas llamado 'Anotaciones sobre George Bataille'.
También presentó otro proyecto denominado 'Old days', que consiste en una fotografía de 27 personas internadas en el Boston Institute for the Clinically Insane, así como de 27 documentos, cada uno con una breve descripción de la enfermedad que padecían las personas que aparecen en las imágenes.
Además, en la exposición se pudieron apreciar las obras 'You don→ t know how fuck I am', de Javier Arango; 'Asedio', de Emilia Solís; 'Hollar al cisne y sembrar los huevos de la serpiente', de Alejandra Solano, y 'UHU', de Erika Fredelle, el cual es un mural en donde un enorme gato azul empuja a una mujer en silla de ruedas, entre otros.
Igualmente, se pudieron apreciar obras de Sofía Cruz, Alonso Mata, Carlos Santos Domínguez, Javier Villanueva, Marco Caballero y Fabiola Fragoso.
