El lagunero Fermín Hermosillo Orozco fue árbitro profesional durante 28 años, de 1964 a 1992, en los cuales fue árbitro central en Segunda y Tercera División, abanderado en Primera División en diferentes plazas del futbol mexicano. Hombre de grandes anécdotas sobre situaciones que le tocó vivir, las cuales compartió de manera amable para esta columna.
La primera que contó fue la de Elías Aguilar Rodríguez, mejor conocido como "La Chuleta Padre''. En un festejo del Día del Árbitro asistieron al Panteón Torreón para depositar una ofrenda floral en memoria de los compañeros fallecidos. Olegario Ramírez se escondió en un pozo junto a una tumba, cuando pasó por ahí don Elías le agarró una pierna y fue tal el susto que sufrió, que ya no volvió a acompañarlos al Panteón.
Los laguneros Ramón Flores y José Jiménez habían sido designados como abanderados para un juego amistoso entre los equipos Laguna y Eintracht Frankfurt de Alemania, celebrado el 25 de diciembre de 1968 en el desaparecido Estadio de San Isidro, que ganaron los alemanes por un gol a cero.
Como el árbitro central designado no llegaba, que después supieron era el italiano Diego de Leo, el abanderado Ramón Flores, a quien le correspondía pitar por ser el primer abanderado, decidió sortear mediante un "volado'' cuál de los dos sería el árbitro central, ganando Ramón el sorteo, sin duda alguna, ya le tocaba.
En un partido de Segunda División celebrado en el Estadio de La Herradura se caldearon los ánimos de la porra del Laguna en contra del árbitro capitalino Ricardo Basurto, a quien al término del encuentro los abanderados Javier Puente y Fernando Ortega, "El Nacional'', lo disfrazaron de camillero para que pudiera salir "sano y salvo'' del Estadio de San Isidro.
Fermín Hermosillo Orozco y Juan Francisco Valle fueron designados como abanderados para un partido de exhibición entre América y Necaxa en Ciudad Juárez, Chihuahua. Estando dormidos en el hotel, a media noche Juan Francisco empezó a sentir unos dolores intensos en el riñón y hubo necesidad de llevarlo al departamento de Urgencias del Seguro Social para atenderlo.
En ese nosocomio le aplicaron suero y estuvo en observación hasta las diez de la mañana, batallaron para que dieran de alta a Juan Francisco Valle por lo delicado del caso, sin embargo, lo dejaron salir y enseguida se fueron corriendo al Estadio Olímpico para cumplir con su función de abanderado, ya que el juego estaba programado a las 12:00 horas.
Javier "El Chino'' Vázquez tenía la voz "chillona'' y una vez le tocó salir de abanderado con el árbitro central Conrado Ledezma, de la Ciudad de México, quien hablaba de igual manera. Conrado se molestó mucho con "El Chino'' y le reclamó: "Oye, por qué me arremedas al hablar''. No era que lo arremedara, sino que los dos hablaban igual.
En un partido celebrado en un rancho del área de Coyote, Coahuila, el árbitro Armando Triana expulsó a un marrano que se metió al campo de juego, sacándole tarjeta roja de inmediato.
En un juego preliminar celebrado en el Estadio de San Isidro un jugador estaba creando muchos problemas. En el medio tiempo el árbitro Julio Morales fue a buscarlo para decirle que lo andaban buscando de su casa, ya que un familiar estaba enfermo y le sugirió que fuera a verlo. El jugador obedeció y se fue, de tal forma que don Julio pudo llevar el partido a término feliz.
En un juego celebrado en Santa Rosa el campo estaba mal rayado y sucedió que se marcó un penalty. La marca de los 11 pasos había sido borrada por la abundante tierra que había en la cancha, por lo que el árbitro contó los 11 metros, pero al terminar de contarlos descubrió que estaba afuera del área grande.
A poner el balón fuera del área los jugadores le reclamaron y le preguntaron que si podían poner barrera, a lo cual el árbitro accedió, y se cobró un penalty con barrera, lo cual no está permitido por el Reglamento de FIFA.
Finalmente contó que a un árbitro le apodaban "El Lengüita'' por su forma peculiar de hablar. En un partido expulsó a un jugador, el cual no se quería salir, al ver su actitud le dijo que le daba 60 minutos para que se saliera, si no suspendía el partido. Es obvio que se equivocó y quiso decir 60 segundos.
¡Hasta la próxima!
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