Retoman control. Rebeldes libios celebran encima de un tanque en la ciudad de Ajdabiya, sur de Bengasi.
Los rebeldes en Libia reforzaron sus posiciones en el Este y recuperaron una ciudad importante debido al repliegue de las fuerzas de Moamar Gadafi, que abandonaron uniformes y municiones en su huída ante los ataques aéreos de la fuerza internacional. El Pentágono dijo que Estados Unidos y sus aliados atacaron de la noche del viernes al sábado a las fuerzas terrestres de Gadafi y otros objetivos a lo largo de la costa libia del Mediterráneo, así comoen las ciudades en disputa de Trípoli, Misrata y Ajdabiya.
No se utilizaron misiles crucero Tomahawk durante los ataques nocturnos contra las fuerzas de Gadafi, afirmó en Washington el portavoz del Pentágono, capitán de marina Darryn James. La derrota inicial de los rebeldes en Ajdabiya fue quizá la que al final los salvó de la aniquilación inminente, porque propició la acción bélica con la que Estados Unidos y sus aliados han inutilizado a las fuerzas militares de Gadafi. Estados Unidos encabeza la campaña.
La recaptura de Ajdabiya por parte de la insurgencia confiere una victoria tangible al presidente Barack Obama precisamente en momentos en que afronta críticas internas por llevar a Estados Unidos a otra guerra. En Ajdabiya, los conductores sonaron las bocinas de sus vehículos y ondearon la bandera tricolor de los rebeldes. Otros en la ciudad dispararon sus armas al aire y bailaron arriba de tanques calcinados cuyos restos estaban dispersos en el camino.
Una vez que han vuelto a afianzarse en Ajdabiya, los rebeldes anunciaron que reanudarán su ofensiva hacia el Oeste, la cual se les había revertido por la superioridad de fuego de Gadafi. Los rebeldes habían avanzado hasta las afueras del puerto petrolero de Brega y confiaban en recuperar el domingo el control de la ciudad, dijo el portavoz opositor Iman Bughaigis, quien citó a comandantes militares rebeldes.
“Sin los aviones (de las fuerzas externas) no habríamos logrado esto. Las armas de Gadafi superan a las nuestras”, dijo el rebelde Ahmed Faraj, de 38 años, en declaraciones desde Ajdabiya. “Con la asistencia de los aviones, emprenderemos el avance hacia Trípoli, Dios mediante”.
El gobierno de Gadafi afirmó que los ataques aéreos externos obligaron al repliegue de sus fuerzas, y acusó a las fuerzas internacionales de apoyar a los rebeldes.
“El objetivo de la coalición no es la protección de civiles porque están combatiendo directamente a las fuerzas armadas (de Gadafi)”, expresó el viceministro del Exterior, Khaled Kaim, en Trípoli. “(Las fuerzas externas) intentan arrastrar al país al borde de una guerra civil”, apuntó.
La captura súbita de Ajdabiya que lograron las fuerzas de Gadafi el 15 de marzo, y el avance de éstas hacia el baluarte rebelde de Bengasi, propició la resolución de las Naciones Unidas en la que se autorizó una acción internacional para imponer una zona de exclusión de vuelos.
Los rebeldes recuperaron ayer la ciudad gracias a los ataques aéreos y con misiles que lanzaron durante una semana las fuerzas foráneas contra los efectivos del gobernante libio.
Los ataques aéreos del viernes contra los accesos oriental y occidental de la ciudad obligaron el repliegue apresurado de las fuerzas de Gadafi.
Dentro de un edificio que utilizaban como cuartel y almacén provisional, los efectivos abandonaron sus uniformes, los cuales quedaron apilados en el baño. Libros sobre historia islámica y griega, así como flores artificiales rosas quedaron desperdigados en el piso.
Saif Sadawi, un insurrecto de 20 años de edad, dijo con un lanzagranadas en las manos- que el acceso oriental de Ajdabiya cayó la noche del viernes y el acceso occidental en la madrugada del sábado después de las acciones aéreas en ambos sitios.