El Estudio Económico 2011 sobre México la OCDE, dirigido por nuestro compatriota Gurría, fue dado a conocer esta semana. Es muy satisfactorio leer en él que, después de un prolongado lapso de recesión, el país emerge por dos años consecutivos con crecimientos netos del PIB.
Con un pronóstico para el año actual de 4.5% que es superior al de la inflación de 3.5% que se espera para 2011 habrá un ligero margen en favor del poder de compra de los salarios. La OCDE acredita también una ligera reducción en el desempleo. La superación económica general ha sido fruto de disciplina y promoción.
Los remolinos actuales de incertidumbre en la Unión Europea y las interrogantes en las políticas chinas de desarrollo seguirán complicando el escenario mundial en el que México tiene que navegar promoviendo mercados para sus productos mexicanos, inversiones extranjeras productivas y no sólo bursátiles.
La OCDE nos insta a que aprovechemos el impulso de crecimiento para hacer las reformas que hacen falta particularmente en lo fiscal, lo educativo y lo laboral.
Hay que elevar la recaudación tributaria desligándola de su terca dependencia petrolera. Simultáneamente, dice la OCDE, el gobierno debe restringir sus gastos quitando y reduciendo exenciones, regímenes especiales y subsidios a la energía y bajar el déficit fiscal. El 1.7% del PIB es bastante bajo como déficit comparado con el de muchos países como de Estados Unidos del 9.9%, Francia de 6.4%, el Reino Unido de 9.1% o España 6.7%. El de Grecia es 8.4% de su PIB.
Se entiende que lo que la OCDE dice es que hay que controlar tendencias inflacionarias que calienten la economía más allá de nuestra capacidad productiva real provocando inflaciones y pérdida de solidez económica. Pero pedir a México reducir "exenciones" y tratamientos especiales a sectores populares que los requieren contrasta diametralmente con las políticas de subsidios y exenciones de todo tipo que la mayoría de los miembros de la OCDE aplican.
Independientemente de la discusión sobre el subsidio a la gasolina que concita tanta atención en estos días en que su precio escalona, el gobierno debe continuar con los programas sociales como Oportunidades y el Seguro Popular, afinando constantemente su eficiencia y eliminando fugas.
Es necesario dirigir apoyos fiscales y crediticios a las Pymes que son dinámicas creadoras de empleo y reducir así el sector informal, no por su supuesta perversidad, sino por la marginación e inestabilidad que significa.
Lo que constata la OCDE en nuestro país no es nuevo. El mérito del Estudio Económico 2011 está en confirmar que, si bien reemprendimos la marcha, mucho queda por hacer para fortalecer y equilibrar el crecimiento que se asoma.
El Informe de la OCDE nos puede halagar al confirmar que el rumbo de crecimiento, éste peligra de ser simplemente vegetativo, sin verdadero rumbo hacia bienestar social integrado, más bien atenido al que nos fijen intereses políticos inmediatos y los económicos que nos llegan de la globalización.
A estas fechas, después de tanto esperar las reformas que urgen, cabe preguntarnos si el Poder Legislativo como está integrado, es el instrumento adecuado para dotar al país de las estructuras modernas y eficientes que más de cien millones de ciudadanos requieren para encauzar su desarrollo personal y social.
Se ha vuelto rutina hablar de la necesidad de profundas reformas en sectores críticos o hasta del gran cambio de "modelo" socioeconómico. Nunca podrán emerger, ni ahora ni en el siguiente trienio-sexenio, de un Poder Legislativo miope y maniatado obediente a diario a las instrucciones cortoplacistas de los partidos que los llevaron a la curul.
En vísperas de los comicios de 2012 y a la luz de la democracia electoral que hemos estrenado, parece que elegir al que ocupará la silla presidencial es menos importante, para lograr las reformas de fondo requeridas, que formar un Congreso que sea leal a los mandatos que recibe en las urnas y operativo en cumplirlos.
¿Qué tanta culpa tendremos los 70 millones de electores que iremos aquel domingo de julio a votar de que los diputados y senadores que elijamos no cumplan después sus responsabilidades ante la nación?
Juliofelipefaesler@yahoo.com