Sello. En el caso de la tela que se utiliza para elaborar los uniformes de campaña, así como las mochilas de viaje y diversas fornituras, además del patrón exclusivo de teñido se le imprime el sello de la Sedena.
Para tener un control de cada uno de los uniformes, calzado y aditamentos militares y evitar que sean copiados por el crimen organizado, la Secretaría de la Defensa Nacional le ha colocado sellos de identidad a cada una de las piezas que fabrica.
A partir de este año, a las botas se les marca el logotipo de la Sedena con rayos láser, a la tela de los uniformes de camuflaje se les diseñó un patrón de dibujo exclusivo y a los chalecos antibalas se les identifica con etiquetas y números de folio en cada uno de sus componentes.
Estas medidas, indicó el Teniente Coronel Felipe Manrique Guzmán, director de ingeniería de la Dirección General de Fábricas de Vestuario y Equipo, permite saber no sólo cuándo y dónde se fabricó la pieza, sino incluso quiénes participaron en su elaboración y conocer la ruta que siguió de la fábrica hasta su usuario final.
"Primero, es para darle identidad al vestuario y al equipo, y segundo, para que haya una trazabilidad del producto, saber hasta dónde llega o cómo fue que llegó", indicó.
Con frecuencia, añadió, se ha encontrado a delincuentes que utilizan uniformes tipo militar para intentar hacerse pasar por soldados, incluso algunos de ellos han cometido crímenes contra civiles y se ha responsabilizado a las fuerzas armadas.
Las huellas de identidad que se están colocando en los uniformes y equipos, dijo, ayudarán a identificar fácilmente si una prenda es oficial o no y en el caso de que se descubriera que sí fue fabricada por el Ejército se puede establecer la ruta de responsabilidades.
"Por eso el personal debe de estar muy pendiente de su equipo no se debe de extraviar, y si llegara a haber alguna extracción irregular pues vamos a ver de qué almacén, de qué depósito, para darle seguimiento", indicó.
Anteriormente, dijo, a las botas se les marcaba un sello mediante grabado, pero éste es muy fácil de copiar, por lo que a partir de enero de este año se adquirió un máquina de rayos láser con la que ahora se fija el sello de la Secretaría.
"Si nos quieren copiar van a tener que comprar su maquinita y no va a ser tan fácil", señaló.
En el caso de los chalecos antibalas, dijo, por razones de seguridad y calidad en su proceso de elaboración, así como para establecer la ruta de trazabilidad, a cada una de las piezas que lo conforman se le identifica con un número de folio.
En el caso de la tela que se utiliza para elaborar los uniformes de campaña, así como las mochilas de viaje y diversas fornituras, explicó Capitán Apolonio León Muñoz, además del patrón exclusivo de teñido se le imprime el sello de la Sedena.
"El que lleve el logotipo de la Sedena le da otro carácter, porque si una fábrica nos copia el patrón del camuflaje pues es algo de derecho de autor, pero si le pone a su tela el logotipo, entonces ya es algo de carácter penal", indicó.
AGENCIA REFORMA
