"Vamos a portarnos mal y ahorrarle el viaje a los Reyes."
Adaptado de Gary Allan
Todos los políticos mexicanos mandaron ayer su cartita a los Reyes. Lo hicieron con unos globitos desde la Alameda Central y hoy se levantaron esperanzados para ver qué había al lado del Nacimiento.
El presidente Calderón encontró una ametralladora de juguete. Enrique Peña Nieto una dotación de gel para el cabello y una colección de DVDs con la telenovela Destilando de amor, pero no la invitación que esperaba para una fiesta en Palacio Legislativo el primero de diciembre de 2012.
Marcelo Ebrard encontró unos puentes y camiones de construcción de juguete, pero no Los Pinos que había pedido. En cambio su carnal Andrés Manuel López Obrador sí recibió lo que quería: todos los tiempos en medios del Partido del Trabajo, para seguir siendo el único aspirante a la Presidencia que puede hacer propaganda en radio y televisión.
Humberto Moreira estaba tan deseoso de recibir su regalo, la presidencia nacional del PRI, que dejó abandonado en Saltillo el regalo que los Reyes le trajeron en 2005: el gobierno de Coahuila. Pidió también una secretaría general que no le diera lata y se la trajeron. ¿Quién? Cristina Díaz. ¿Quién...?
Citlali Ibáñez, o que diga Yeidckol Polevnsky, se debe haber portado muy mal porque los Reyes no le trajeron lo que quería: la candidatura de los partidos de izquierda al Estado de México. En cambio a Alejandro Encinas, quien había dicho públicamente que no la quería y que declaró incluso que no cumplía los requisitos legales, le trajeron el regalito de Yeidckol.
Elba Esther debe haberse portado muy bien y estar en camino a la santidad porque pidió de regalo un partido político, ya que su sueldo de maestra no le alcanza para los gastos en San Diego, pero los Reyes, generosos, le trajeron dos.
Juanito -¿se acuerda usted de Rafael Acosta Ángeles?- se quedó castigado en su puesto de ambulante en Ixtapalapa. Hace tiempo pidió de regalo una delegación, pero los Reyes delegaron la petición y hoy ya nadie la encuentra. Tampoco a Juanito, de quien dicen que calladito se ve más bonito... No falta quien diga que anda por a'i disfrutando de un premio de consolación.
¿Y el secretario de Gobernación? ¿Cómo se llama...? ¿No sé qué Blake...? No sabemos realmente si los Reyes le trajeron lo que pidió. Nadie lo ha visto... a lo mejor está jugando con Juanito.
Diego estuvo muy regalado este año. Todos sus amigos lo festejaron por su regreso. A lo que no le hizo caso fue a la Schick Quattro que le dejaron los Reyes de regalo.
Al cardenal Juan Sandoval Íñiguez le trajeron su tiro al blanco con imágenes de Marcelo... y unos condones de colores que él pensó eran globitos pa' llenar de agua.
Al gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, le regalaron una efigie del ex rector de la U de G, Raúl Padilla, y tres cajas de tequila quesque pa'l coraje.
El senador Santiago Creel recibió una cámara de televisión, de ésas a las que no se les pueden borrar las imágenes. Mientras que el presidente del IFE, Leonardo Valdés, tuvo que conformarse con un sobrecito de 13 mil millones de pesos.
Bernardo de la Garza quería una pista de carreras, pero los Reyes sólo le dejaron una bañadera de plástico. No importa, dijo, y ya la puso en medio del Paseo de la Reforma.
¿Y qué recibió el 'calumnista' Sergio Sarmiento? Me temo que nada. Los Reyes decidieron que se había portado demasiado mal. Pero no importa. El mal comportamiento es, a veces, su propio premio.
Ciudad Juárez ha logrado ya ocupar el primer lugar en el mundo. El Diario de Juárez, que ha dado un seguimiento detallado a las cifras oficiales de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, señala que con el récord de 3,111 homicidios dolosos de 2010 y una población de un millón 300 mil habitantes del censo de 2010, Ciudad Juárez alcanzó en el 2010 la tasa de 239 homicidios por cada 100 mil habitantes. Esto la colocaría por arriba de Caracas.
