Regresará Noriega a cumplir condena en Panamá
El exgeneral Manuel Antonio Noriega tiene que regresar a Panamá como un preso normal a cumplir sus condenas, dijo hoy el empresario Aurelio Barría, uno de sus históricos oponentes tras anunciarse que la Justicia francesa aceptó su extradición al país.
"Nadie puede estar por encima de la ley y a pesar de su edad (77 años), debe cumplir con su condena", señaló Barría, que fue uno de los fundadores y líderes de la Cruzada Civilista, movimiento cívico creado en 1987 para combatir la dictadura de Noriega (1983-1989).
La sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París dio hoy el visto bueno al envío de Noriega a su país, una semana después de que Estados Unidos autorizó el trámite de la segunda demanda de extradición efectuada por Panamá contra el exgeneral.
Barría enfatizó que Noriega, una vez llegue de París, debe ser enviado directamente a la cárcel, para que empiece a pagar las sentencias a las que fue condenado.
"Muchos sufrimos por la dictadura de Noriega, sobre todo con la invasión de los Estados Unidos por los graves hechos cometidos en sus últimos meses en el poder", destacó el empresario.
Noriega ha sido condenado en ausencia Panamá por delitos que van desde el homicidio a ocasionar daños ambientales, por los que ha sido sentenciado a penas que suman más de 60 años de cárcel.
Barría consideró "poco probable" que se vayan a registrar manifestaciones, a favor o en contra, por la llegada del antiguo hombre fuerte de Panamá, porque Noriega ya no representa un factor de fuerza política.
Por su parte, el abogado de Noriega en Panamá, Julio Berríos, dijo a los periodistas que tras la decisión de la Justicia francesa éste debe llegar a Panamá entre la primera y la segunda semana de diciembre, siempre y cuando se cumplan los trámites burocráticos de forma expedita.
Berríos indicó que una vez se cumplan estos requisitos, las autoridades panameñas tendrán que enviar a varios agentes a buscar al exgeneral para su traslado a Panamá.
Señaló que esperará a que su representado llegue a Panamá para proceder a analizar las acciones legales que se seguirán en torno a las acusaciones que se le imputan.
En septiembre de este año, un Tribunal Superior de Panamá formuló cargos contra el exdictador por su presunta responsabilidad en la desaparición y asesinato, en 1968, del soldado panameño-estadounidense Everett Clayton Kimble Guerra.
Sobre su situación jurídica, Noriega dijo en París poco antes de conocer la decisión del tribunal que esperaba llegar a Panamá para demostrar su inocencia de los cargos por lo que se les condenó en ausencia.
Por otra parte, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, señaló hoy a la cadena local de televisión TVN que, una vez llegue al país, Noriega será recluido en el centro penitenciario El Renacer, localizado en Gamboa, a unos 20 kilómetros de la capital, en la antigua Zona del Canal que hasta el año 2000 ocupaba Estados Unidos.
Sin embargo, Martinelli dijo que el exdictador podría beneficiarse de una ley que establece que las personas mayores de 72 años pueden cumplir su condena en su residencia.
El mandatario precisó que espera que Noriega revele muchas cosas tras regresar al país, entre ellas, quiénes se lucraron a costa del Estado y qué fortunas se hicieron de forma ilegal cuando él ejercía el poder.
Balbina Herrera, excandidata presidencial del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), agrupación política que estuvo muy unida a los militares durante la dictadura, dijo sentirse contenta de que se aprobase el regreso de Noriega a Panamá, para que de esta manera se cierre un capítulo en la historia política del país.
"Este es un tema que ha estado dando vueltas desde hace varios años y lo importante es que ya se definió una situación (...) y las autoridades tendrán que hacer lo que les corresponde", añadió.
El exdictador panameño está encarcelado en París desde 2010, adonde llegó desde Estados Unidos para cumplir una pena de siete años de cárcel por blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.
Anteriormente había estado encarcelado veinte años en Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico por los que fue condenado tras haber sido capturado durante la invasión militar estadounidense a Panamá de diciembre de 1989.