EFE
La criatura mitológica de la Tarasca ha vuelto a pasear, por La Habana tras 200 años de ausencia, en un carnaval callejero que busca revivir y modernizar esa tradición en Cuba, y en el que el público "lanza" sobre el muñeco las cosas malas de su vida antes de que sea quemado en pleno Malecón.
Con cuerpo de dragón, la tarasca cubana tomó vida esta semana convertida en un "chivo expiatorio" que protagonizó tres días de desfile inspirado por las antiguas procesiones del Corpus Christi en la isla.