El Gobierno del Reino Unido presentó hoy un plan para fomentar la colaboración entre el servicio público de salud y la industria farmacéutica, un sector en auge que, según el Ejecutivo, podría liderar la recuperación económica del país.
El primer ministro, David Cameron, explicó hoy la iniciativa, que conllevaría abrir los hospitales y clínicas del Servicio Nacional de Salud (NHS, sus siglas en inglés) a las farmacéuticas y otras empresas del sector de la salud, que podrían realizar allí sus pruebas clínicas.
Además, según los planes presentados, que fueron criticados por la oposición política y organizaciones de pacientes, las compañías farmacológicas, de biotecnología u otras dedicadas a las ciencias naturales podrían tener acceso a datos médicos de pacientes para sus estudios, aunque de forma anónima.
Cameron subrayó que los beneficios de la iniciativa para los ciudadanos serían, por ejemplo, que en caso de enfermedades como el cáncer podrían acceder a fármacos en fase de experimentación aún no comercializados.
Al defender su propuesta, el primer ministro argumentó que "la apertura del NHS a nuevas ideas" será "un imán para el crecimiento" y afirmó que la seguridad social debe estar en la vanguardia de la innovación.
Además, la apertura de la sanidad pública al sector farmacológico, que mueve unos 50 mil millones de libras anuales (58 mil millones de euros) y emplea a 160 mil personas en el Reino Unido, ayudaría a éste a convertirse en líder mundial y a contribuir cada vez más a la recuperación económica del país.
Cameron anunció también la creación de un fondo de 180 millones de libras (unos 210 millones de euros) para agilizar la aprobación de productos y reducir el espacio de tiempo entre el desarrollo de nuevos fármacos y su distribución entre los pacientes.
El portavoz de Salud del Partido Laborista, Andy Burnham, advirtió al Gobierno de que no debe tirar por la borda "salvaguardas importantes" como la protección de los datos de los pacientes "en su desesperación por elaborar una estrategia creíble para la industria".
"Donde nosotros nos diferenciamos del primer ministro es en su voluntad de abrir el NHS al sector privado", declaró.
Por su parte, Joyce Robbins, de la organización de pacientes Patient Concern, dijo que a mucha gente "disgustará profundamente" la idea de que sus datos confidenciales puedan ser entregados a empresas privadas en busca de nuevos mercados.
El plan presentado hoy forma parte de una estrategia gubernamental para fomentar el sector de las ciencias naturales y diversificar la economía británica, fundamentada en el sector financiero, para impulsar el crecimiento económico.