Después de casi siete años de haber ocupado la Secretaría General de la Cámara de Diputados -el puesto de más poder después de los cargos legislativos-, ayer fue relevado Guillermo Haro Bélchez y en su lugar, hoy martes será propuesto al pleno el ex director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Fernando Serrano Migallón.
Los coordinadores parlamentarios y el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Emilio Chuayffet, quienes integran la Conferencia para la Programación de los Trabajos Legislativos, decidieron el relevo de Haro Bélchez, quien ocupó el cargo durante siete años junto con el del contralor interno, Alfonso Gray Méndez, quien cumplió 10 años en el puesto.
Los líderes partidistas Francisco Rojas Gutiérrez (PRI), Francisco Ramírez Acuña (PAN) y Armando Ríos Piter (PRD,) expresaron que tanto Haro Bélchez, como Gray Méndez, cumplieron su papel con "responsabilidad y profesionalismo".
En la misma reunión, a propuesta del priista Rojas, los coordinadores aprobaron por unanimidad que sea planteado al pleno como nuevo secretario general Serrano Migallón, integrante de la élite académica.
También aprobaron la designación del nuevo contralor interno, Gustavo Everardo Varela Ruiz, economista de la UNAM.
Hoy martes, el pleno conocerá la propuesta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) para los nombramientos de Serrano y Varela, que de acuerdo con la Ley Orgánica del Congreso, deben aprobar por mayoría calificada.
Serrano Migallón fue abogado general de la UNAM y director de la Facultad de Derecho y dejará su cargo actual de secretario de Cultura y Arte del Conaculta.
Haro fue contralor en el Estado de México, cuando llegó a ese gobierno Chuayffet, quien lo invitó a la Cámara desde 2004. Gray fue coordinador administrativo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2000, cuando el llamado "Pemexgate".
Signos de su paso fueron su abierta disputa con diputados; el que su área haya recibido más de 70 observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y el señalamiento de presuntas irregularidades en contrataciones y obras.
Sus confrontaciones con legisladores fueron públicas en la LX y LXI Legislaturas, y se agudizaron en 2008, cuando diputados del PRI pidieron su salida.